Noche de luces azules y walkie-talkies: «Como en pandemia, pero a oscuras»

«Me quedará grabada la oscuridad absoluta con la que nos encontramos». Un policía nacional de la UPR con gran experiencia a sus espaldas confesaba ayer que acababa de vivir una de esas jornadas de trabajo que serán difíciles de olvidar. Durante la pasada madrugada Vigo fue escenario de un despliegue inédito de servicios de emergencia. Más de 30 vehículos policiales, entre Policía Nacional y Policía Local, patrullaron la ciudad para garantizar la seguridad durante las horas nocturnas, atender las incidencias que pudiesen surgir y auxiliar a los ciudadanos que pudiesen tener dificultades. Muchos de estos agentes se presentaron ante sus jefes de forma voluntaria. Lo mismo ocurrió en los dos parques de bomberos, donde estuvieron de guardia casi una treintena de efectivos. Las luces azules de los coches patrulla iluminaron las calles y la comunicación a través de los equipos de comunicación con los que cuentan estos efectivos suplió que teléfonos fijos y móviles se hubiesen quedado mudos. Los walkie-talkies cobraron protagonismo.

Los bomberos están acostumbrados a jornadas de infarto. Aquel fatídico domingo de 2017 en el que las llamas asolaron Vigo y comarca o el caos sembrado por no pocos temporales son algunos ejemplos. Pero el apagón los puso ante un escenario "nunca contemplado", como concretaba uno de sus mandos: «El fallo total de la electricidad nos dejó sin línea telefónica. Los particulares en apuros no nos podían llamar: el teléfono apenas sonó tres o cuatro veces en toda la noche y esas llamadas se acababan cortando». Así que hubo que tirar de «ingenio», confiesa. «Teníamos un canal directo para contactar con el 112 a través de equipos de walkie-talkies y pudimos también comunicarnos así con el resto de servicios de emergencia; y, al estar en la calle, la gente que veía nuestras luces se acercaba para comunicarnos incidencias», cuentan en el parque de Teis.

Las ambulancias del 061 en Vigo y su área se vieron obligadas a recurrir al sistema de radiofrecuencia Tetra para mantener las comunicaciones, ante el colapso de las redes telefónicas de los dos operadores distintos con los que cuentan, informa Elena Ocampo. En algunos casos, una ambulancia tuvo que desplazarse hasta el PAC para emitir desde allí las demandas de pacientes urgentes que necesitaban traslado. Además, la falta de sistemas de navegación por GPS supuso un desafío añadido para localizar domicilios situados en zonas más aisladas.

Sin delincuencia

Fue una noche en la que ganó la seguridad. Salvo una pelea, un detenido por quebrantar un alejamiento y alguna llamada por los ruidos provocados por grupos de jóvenes que caminaban entre la oscuridad, no hubo problemas relacionados con la delincuencia o el vandalismo. «Hubo alertas de ciudadanos porque veían a gente con linternas en torno a vehículos, pero eran los dueños de los coches o vecinos que se valían de esas luces para poder ver, todo estaba negro», cuenta uno de los policías que estuvo patrullando de noche.

El apagón, que también movilizó a Protección Civil, dejó más de un centenar de incidencias en la ciudad. Junto a personas atrapadas en ascensores –alertas que se repitieron ayer pese a haberse restablecido el suministro eléctrico–, hubo que auxiliar a personas mayores o con problemas de movilidad que tenían dificultades en su hogar o para subir a los mismos por las escaleras, como fue el caso, por poner dos ejemplos, de una persona recién operada o de otra afectada por esclerosis múltiple. Se asistió también a una mujer en parada cardiorrespiratoria. Cuando poco a poco, en plena madrugada, fue volviendo la corriente, hubo un incendio en un bar de la calle Estorniño y en un piso de García Barbón e inundaciones en sótanos de garajes profundos que dependen de bombas de achique.

Concretamente en la sala CIMACC-091 de la Policía Nacional, que da cobertura no solo a Vigo y Redondela, sino también a Pontevedra, Marín y Vilagarcía de Arousa, se recibieron algo más de 50 llamadas de servicios, la mayoría humanitarios, directamente relacionados con el apagón, de los cuales una treintena fueron de la localidad olívica. «Hubo dedicación máxima de los agentes, la sala estaba al completo y en la calle había más de una veintena de indicativos», relata un efectivo policial, que añade que el operativo desplegado solventó con éxito los evidentes problemas existentes debido a la incomunicación que suponía no poder contactar mediante llamadas telefónicas o mensajes de WhatsApp.

Profesionalidad y actuación «admirable»

«Ver a la gente paseando a oscuras me recordó a la época del COVID; fue algo como lo que vivimos aquellas noches de pandemia, pero a oscuras», describe un agente. Los sindicatos de la Policía Nacional calificaron de «excepcional» el dispositivo desplegado para esta crisis sin precedentes. «De diez. Desde los jefes hasta el último policía trabajaron de forma impecable», valoró JUPOL. «Hay que poner en valor la profesionalidad de los agentes que doblaron servicio ayer, tanto en Seguridad Ciudadana como en la Policía Judicial y otras brigadas», dijo el SUP. Y el jefe de la Policía Local felicitó a sus agentes. «En momentos de dificultad es donde verdaderamente se demuestra el espíritu de servicio público. Vuestra actuación durante esta jornada ha sido admirable y motivo de orgullo para esta Jefatura y para todo el colectivo», resumió Alberto Carballo en un escrito remitido a los policías municipales de Vigo, valorando que muchos de ellos hubiesen doblado turnos o prolongado su jornada.

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