La demora en la obra de la línea del Miño complica el estreno del tren con la Plisan

El Puerto urge sincronizar la renovación del trazado hasta Guillarei para que ambas infraestructuras entren en servicio a final de 2026

El contrato adjudicado por Adif en febrero tiene una duración estimada de 23 meses

Estado de las obras de la terminal ferroviaria de la Plisan junto a la línea convencional del Miño esta semana.  | |  PABLO H. GAMARRA

Estado de las obras de la terminal ferroviaria de la Plisan junto a la línea convencional del Miño esta semana. | | PABLO H. GAMARRA

Trabajo en el día a día pero con la vista en el futuro más inmediato. En las que serán las dos mayores obras por presupuesto en la provincia durante este año, el calendario aprieta y apremia a que Puerto y Ministerio de Transportes se coordinen en pos del bien común. La construcción de la terminal ferroviaria de la Plisan y la renovación integral de la línea del Miño entre Guillarei y Redondela tienen en finales de 2026 su horizonte de puesta en servicio. Sin embargo, los retrasos en la tramitación burocrática ponen en jaque la llegada del tren a la primera.

El apartadero construido en la parte sur de la Plataforma Logística e Industrial de Salvaterra-As Neves superó el pasado verano su parte más compleja tras el movimiento de tierras y explanación de terrenos. Es por ello que la Autoridad Portuaria prepara un modificado del contrato original de 33,4 millones para ampliar los 65.656 metros cuadrados reservados al acopio de mercancías, principalmente contenedores (38%) y vehículos, así como las grúas previstas.

Consecuencias del retraso

«Las obras es posible que estén rematadas en este año, así se ha planificado», explica Carlos Botana sobre la primera fase tras casi 20 meses de trabajos. Sin embargo, no entrará en servicio hasta que Adif le otorgue el acceso a la Red Ferroviaria de Interés General.

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Apartadero ferroviario de la Plisan / H. Barreiro

El objetivo de Praza da Estrela es convertir los terrenos en el gran polo logístico del sur de Galicia, descongestionando los ubicados junto al mar. Es por ello que presidente del Puerto insistió en febrero al Comisionado del Corredor Atlántico de la importancia de coordinarse en este horizonte para «facilitar el acceso lo más directamente posible». De lo contrario, los trenes estarían obligados a un rodeo vía Ourense, Santiago y Pontevedra para llegar a Guixar desde el puerto seco.

Nueva apuesta por el tren

En línea con este impulso al ferrocarril destacan otros avances como el anuncio de la primera autopista ferroportuaria, que moverá en cada convoy el equivalente de 70 camiones hacia Madrid; o la recuperación de la conexión semanal a Zaragoza entre Maersk y Transglobal.

Sin embargo, estos avances podrían frenarse al cerrarse la salida más directa de Vigo al resto del país. El Ministerio de Transportes adjudicó el 5 de febrero el contrato para la renovación de la vía existente entre Guillarei y Redondela por 49 millones de euros. Estos trabajos, que incluyen la ampliación de varios túneles y renovación de la infraestructura, tienen una duración estimada de 23 meses. A su vez, Adif lleva anunciando desde 2022 un corte total de al menos 12 meses para ejecutarlo.

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Cortes previstos por Adif en Vigo y su área / Hugo Barreiro

Gobierno en funciones y un ojo en Cerdedo

La inacción por parte del Gobierno en su parte de la obra llegó a traves de varios motivos. Por una parte, la interinidad del mismo en el segundo semestre de 2023 dejó paralizados todos los proyectos del Corredor Atlántico hacia la ciudad. De hecho, varios de ellos todavía no han sido adjudicados a pesar de figurar en el DOUE desde entonces.

Por otra, la indecisión de Transportes sobre cómo sería la citada adaptación. El pasado año ofreció hasta dos veces a Abel Caballero la opción de descartar la variante de Cerdedo para el AVE a cambio de una reforma más ambiciosa en el Miño. Uniendo la línea a la Salida Sur, la diferencia de tiempo sería de ocho minutos entre Vigo y Ourense, siendo el coste de 500 millones de euros y entrando en servicio en el año 2030. En ambas ocasiones el alcalde la rechazó.

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