Ryanair estrena una ruta a Marruecos con una ocupación del 9% después de cerrar doce en España por las tasas de Aena

Los aviones de Ryanair acudirán allá donde haya oportunidad de negocio, sea por mercado directo o por subvención pública. En el mes de enero la compañía anunció el cierre de una docena de rutas en España (una de ellas en Vigo) alegando la inviabilidad económica de las mismas debido a las tasas de Aena. Sin embargo, esta postura contrasta con otras decisiones comerciales de la misma.

La guerra tarifaria fue letal para Jerez y Valladolid, donde directamente dejó de operar, y tuvo un especial impacto en Galicia. De esta manera ha supuesto el fin de las conexiones entre Santiago e Italia que servía a través de Bolonia y Milán-Bérgamo. En el caso de Vigo fue aún más dramático, ya que entregó el monopolio de la ruta a Barcelona a Vueling a pesar de que esta ha ido reduciendo su presencia en ella. Los vuelos, aún así, se despidieron con una ocupación media del 90% (datos de marzo y la media de 2024), aunque llegaron a picos del 96%.

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De la pesca al turismo y deportes acuáticos

A su vez, desde ese mismo mes de enero la compañía ofrece dos frecuencias semanales entre Madrid y Lanzarote con la ciudad marroquí de Daklha. La ciudad, antes conocida como Villa Cisneros, fue la última en la que ondeó la bandera española en 1976 y es capital de una de las dos provincias del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos. En su economía destaca especialmente la industria pesquera, que aporta el 45% del PIB; aunque el gobierno se ha lanzado a convertirlo en un destino turístico de primer orden.

Según la ministra de Turismo, Fatim-Zahra Ammor, el objetivo es convertir a la región en «un paraíso de deportes acuáticos de clase mundial», por lo que se mantendrá este contrato durante dos años. De cara al Mundial de fútbol de 2030 la compañía también ha anunciado una inversión de 185 millones de euros para la creación de una nueva base en Tánger. Ni en este acuerdo ni en el de promoción turística presentado con el CEO de la aerolínea, Eddie Wilson, han trascendido las cifras aportadas por el Gobierno del país árabe.

Aviones de máxima capacidad vacíos

Sin embargo los resultados por el momento están lejos de esos objetivos. La oferta de Ryanair es de algo más de 3.000 plazas mensuales a casa destino y utiliza incluso los Boeing 737 Max 8 de 196 asientos, las aeronaves de mayor capacidad y destinadas a sus principales rutas. En el primer mes anotó una ocupación del 56,81% en Barajas y un pobre 13,69% hacia Lanzarote en temporada baja.

OpiniónJosé Carneiro

El chantaje de Ryanair

Aunque las expectativas pasaban por una mejoría, lo cierto es que las cifras fueron incluso a peor. En febrero la tasa de uso conjunta cayó cinco puntos hasta un 31,94% antes de tocar fondo en marzo. El 44,74% hacia Madrid supone el porcentaje más bajo de la aerolínea en Madrid, donde acostumbra a llenar por encima del 85% para obtener beneficios. Por otra parte, el 9,05% registrado al aeródromo conejero supone un récord negativo para la compañía, más propio de los años de pandemia que de una ruta inaugurada como alternativa a otras deficitarias.

Binter, con conexión a Galicia, perjudicada

La gran perjudicada ha sido la hasta ahora única aerolínea que operaba desde España a la ciudad, ubicada en un territorio reclamado por el Frente Polisario. Binter cedió en marzo casi la mitad de su pasaje desde Gran Canaria, a donde también vuela dos veces por semana con sus turbohélices de 72 plazas. Así, de una ocupación de entre el 50 y el 70% durante el pasado año ha pasado a un 29,24%.

La industria pesquera gallega, muy presente en la región, contaba hasta ahora con una alternativa para llegar a este pequeño aeródromo directamente desde Vigo. El modelo de aerolínea de red de Binter incluía enlaces gratuitos a otras islas del archipiélago canario, así como en otros del Atlántico norte como Ponta Delgada (Azores), Funchal (Madeira) o Isla de Sal (Cabo Verde).

También goza de vuelos directos al norte de África con enlaces garantizados en estos dos hubs, destacando Marrakech, Agadir, Guelmim o Laâyoune (El Aaiún) en Marruecos, Dakar en Senegal o Nouakchott en Mauritania. Así se convierte en un competidor de Iberia o Air Europa (Madrid) o Vueling (Barcelona), mientras coge el testigo que dejaron TAP Portugal o Air France.