El militar que pasea a sus seis perros en tabla de paddle surf por Vigo

Juan Gago es un militar prejubilado que pasea a sus perros de una forma muy poco habitual: surcando las aguas de la costa viguesa en una tabla de paddle surf. Esta mañana lo hizo por Bouzas, dejando con la boca abierta a los cientos de viandantes que disfrutaban del último día de sol antes de que vuelvan las lluvias. «Es un pequeño hobby que tengo con ellos. Empecé hace unos años un poco a modo de chiste, con solo uno o dos, pero acabé subiéndolos a todos», explica.

Gago es aficionado desde joven al piragüismo, por lo que no le costó enseñar a sus canes a mantener el equilibrio. Practica todos los días si el tiempo acompaña, primero sobre tierra y después a remo. «A ellos les encanta, en cuanto ven la tabla corren a subirse», dice. El más grande, llamado Rocky, opta por tumbarse y disfrutar de la brisa marina, el resto -John Snow, Mia, Tina La Latina, Cleo y Rayo- corretean tratando de no caerse y ladran a todo el que se interponga en su camino. Además, ante pequeños accidentes, siempre hay solución: «Hoy se levantó viento y uno se cayó al agua, pero me tumbé y enseguida lo cogí».

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Dado el calor, en esta ocasión iban con lo puesto, pero normalmente los perros visten unos pequeños chalecos de emergencia. Aunque saben nadar, así están más seguros en caso de naufragio.

Las rutas varían, pero suelen ser en Bouzas, Canido, Nigrán, Baiona, Pontevedra y Aldán. También se atrevieron en el río, concretamente en el Miño a la altura de Tui. Los seis grumetes están entrenados para cualquier medio. Y no solo disfrutan del trayecto, sino que después descansan de forma más placentera.

Pese al trabajo que puede dar tener tal número de mascotas bajo custodia, Gago asegura que para él es un gusto. «Yo les quiero de verdad, sin ellos no podría vivir y me encanta poder hacer cosas que nos unan más», afirma.

También sobre dos ruedas

Además de paddle surf los perros del militar practican ciclismo. «Compré unos carritos que se enganchan detrás, como para llevar a los niños. Lleva uno mi pareja y otro yo, ellos van de tres en tres», explica.

También hizo lo propio con su piragua de competición. Atando otro soportes, él rema y los perros disfrutan.