El turismo de Vigo pide alianza institucional para atraer más cruceros a la ciudad

Para potenciar el tráfico de cruceros turísticos en el puerto de Vigo, una fuente de riqueza a lo largo de casi todo el año para multitud de negocios de la urbe —restaurantes, bares, cafeterías, comercios o empresas de transporte y ocio, entre otros; sobre todo, los más céntricos—, la Federación de Empresarios de Turismo y Hostelería de Pontevedra (Feprotur) propone varias acciones. Indica que es fundamental que haya «colaboración entre las instituciones locales, regionales y nacionales para coordinar esfuerzos y recursos en la promoción».

Feprotur añade la importancia de que se mejore la conectividad, es decir, «facilitar el acceso y la movilidad de los turistas mediante la mejora de las conexiones de transporte, tanto terrestres como aéreas, algo fundamental para ser inicio o final de ruta», así como «realizar campañas de promoción y marketing para dar a conocer Vigo y la provincia de Pontevedra como destinos turísticos atractivos». «Esto incluye la participación en ferias internacionales y la colaboración con agencias de viajes y operadores turísticos», explican desde la entidad antes de apostillar que es conveniente el «desarrollo de productos turísticos específicos que atraigan a los cruceristas, como rutas gastronómicas, visitas culturales, actividades al aire libre, etc.».

Vigo podrá recibir en 2026 los cruceros más grandes del mundo

«La parte más rentable de los cruceros turísticos es ser punto de inicio o finalización, y es algo a lo que Vigo debe aspirar», comentan desde Feprotur, a la vez que lamentan la escasez de frecuencias aéreas y ferroviarias con otros lugares de la península y fuera de sus fronteras. A este problema se suma la peligrosa A-55, carretera de conexión con Madrid. El ministerio elaboró un proyecto del nuevo trazado de la A-52 entre Vigo y Porriño en sustitución de este peligroso vial, en el que se suceden los accidentes. Eso sí: recibió, según cálculos de los afectados, más de 25.000 alegaciones.

La federación propone, asimismo, «implementar medidas para garantizar un turismo sostenible y respetuoso con el medio ambiente, por ejemplo, la electrificación de los muelles para reducir las emisiones de los barcos atracados», y «la mejora de las infraestructuras portuarias», es decir, «invertir en la modernización y ampliación de las instalaciones para recibir cruceros de mayor tamaño y ofrecer mejores servicios a cruceristas». Esto último ya se está haciendo. Vigo podrá recibir en el año 2026 los buques de crucero más grandes del mundo: la Autoridad Portuaria estima que la obra de recambio de nueve puntos de amarre en el muelle de trasatlánticos e instalación de uno adicional finalizará en diciembre.

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Según los datos de Puertos del Estado, el olívico salió en 2024 por primera vez en 14 años —se ofrecen datos desde 2011— del top 10 de destinos españoles de cruceristas tras descender la cifra de visitantes un 5,6% con respecto a 2023. Sumó el año pasado un total de 211.193, es decir, 12.559 menos que en el ejercicio anterior. Este año, prevé récord de escalas y visitantes, con más de 280.000 y más de 110. Los principales competidores de Vigo, A Coruña y Oporto, también presumirán de músculo este año, con más de 150 y más de 120 llegadas de trasatlánticos programadas.

La oferta de ocio también supone un gran aliciente. Fuentes portuarias aseguran que los cruceristas van menos a Santiago. Se interesan por rutas próximas: Baiona o bodegas del entorno, por ejemplo.