El juzgado deja libre al único detenido por el crimen de Judith

La demora en un informe de ADN por parte de Toxicología de Madrid y la ausencia de nuevos indicios contra Casimiro F. motivó la medida

Zona donde se halló el cuerpo, en noviembre de 2023.

Zona donde se halló el cuerpo, en noviembre de 2023. / Anxo Gutiérrez

Vigo

¿Puede ser el de Judith Muñoz González un crimen perfecto? Solo el ADN lo dirá, porque es la única prueba que podría sostener la acusación contra Casimiro F., un hombre de 54 años vecino de Pazos de Borbén , único detenido e investigado por el homicidio de la joven, de 37 años y vecina de Vigo. La geolocalización de su teléfono móvil lo sitúa junto a Judith la madrugada del 19 de noviembre de 2023, la misma en la que la mujer fue asesinada. Pero esta prueba es insuficiente para mantenerlo en prisión. Y es que a falta de los resultados de los restos biológicos, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº3 de Porriño ordenó su puesta en libertad provisional por esta causa ante la « demora» en la entrega de los resultados de ADN que faltan en la causa.

Estos análisis dependen del Instituto de Toxicología de Madrid, cuya congestión a consecuencia de elevada carga que soportan ha generado varios oficios por parte de la jueza de Porriño para la remisión de los resultados.

Concretamente se trata del cotejo del perfil de ADN del investigado y presunto homicida con los rastros biológicos recogidos del cadáver de Judith y en el trapo que tenía en la boca, con el que habría sido asfixiada. Se hallaron restos de semen y saliva así como hasta ocho pelos humanos. La propia Fiscalía, en su informe remitido al juzgado, hace hincapié en la espera «desde hace varios meses» por dicha diligencia para argumentar y solicitar a la jueza la excarcelación de Casimiro F., en vista también del elevado tiempo que éste lleva en prisión preventiva.

Casimiro fue detenido el pasado 22 de abril de 2024, cinco meses después del crimen, momento en el que el juzgado de Porriño ordenó su ingreso en prisión provisional por estos hechos. Curiosamente, el hombre ya se encontraba interno en A Lama cumpliendo condena por robos con intimidación y agresión sexual a otras mujeres, según informó entonces la Guardia Civil. Con su arresto se confirmó la que era la principal línea de investigación: que el autor del crimen sería un cliente de Judith del ámbito de la prostitución.

Son casi doce meses los que este hombre lleva de forma cautelar interno en prisión por el crimen de Judith, independientemente del resto de causas. Esta medida se tomó en base a una prueba fundamental: los posicionamientos de su teléfono móvil y del de la víctima. «Del informe elaborado sobre el estudio de los BTS entre las 00.00 y las 06.04 horas [cuando el terminal de la fallecida se apagó para siempre] se concluye que Casimiro y la víctima estuvieron juntos durante ese período», resumieron los investigadores.

El recorrido que trazaron los terminales empezó en O Berbés, donde Judith ejercía la prostitución, y finalizó en Porriño, donde fue hallada muerta días después, situándolos juntos. El que conociese a la víctima, el antecedente existente en Venezuela —fue condenado por el homicidio de otra mujer, si bien la sentencia fue anulada— y los testimonios de otras seis mujeres, que denunciaron haber sido atacadas en los meses anteriores a este crimen por Casimiro, son otros indicios que se recogen también en el atestado.

Pese a este trabajo del Instituto Armado, la Fiscalía sostiene que de las últimas investigaciones «se han obtenido escasos frutos que permitan reforzar los indicios de responsabilidad criminal contra el investigado». Pone también como ejemplo la ausencia de hallazgos de interés para la causa en el volcado del teléfono de Casimiro y la inspección de su coche.

Señala la Fiscalía que la prueba de peso hasta el momento contra el hombre es dicho posicionamiento de los teléfonos de Casimiro y Judith la madrugada del crimen, que lo sitúa juntos, pero no es carga probatoria suficiente para mantenerlo en prisión, argumento esgrimido también por la jueza. Eso sí, para garantizar su presencia de cara a un posible juicio, deberá personarse cada quince días en los juzgados.

Lo cierto es que de no ser positivos los cotejos del ADN del investigado con los hallados en el cuerpo de Judith, la acusación contra Casimiro también perdería fuerza, y más al tratarse de un juicio con Tribunal de Jurado.

Hasta el momento, la línea de investigación que tomó fuerza fue la presunta implicación de Casimiro en el crimen, pero no fue la única vía en la que trabajó la Guardia Civil. Inicialmente se pensó en su novio, un hombre natural de Brasil y que en Vigo fue condenado por maltratar a Judith que fue descartado al igual que otro supuesto cliente que tenía «mala fama».

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