Una batalla que marcó el ADN vigués

La tradicional misa de la Reconquista y una ofrenda floral marcan el inicio de la fiesta

Multitudinario primer día de la Reconquista

Marta G. Brea

La Reconquista es una fiesta, la celebración de cuando los vigueses decidieron que nadie les quitaría su ciudad. Pero también es momento de homenaje y reflexión, y este viernes lo ha habido para todos los gustos. A las 10.30 horas tuvo lugar la tradicional misa de esta festividad en la basílica de Santa María. Fue presidida por el obispo de Tui-Vigo, Antonio Valín, que estuvo acompañado por distintas personalidades del gobierno local. La coral Casablanca puso la guinda del pastel al cantar la misa e interpretar el himno al Cristo de la Victoria tras finalizar la celebración litúrgica.

Una hora y media más tarde, en la Praza da Independencia, el fiscal jefe de Vigo, Óscar Vladimir Vallejo, y el alcalde, Abel Caballero, protagonizaron un acto institucional que culminó en una ofrenda floral. Durante su intervención, Vallejo estableció un símil entre los habitantes en tiempos de la Reconquista, que fueron «un exemplo de dignidade e valentía nun momento violento», y lo que lleva tres años viviendo Ucrania. Hizo una reflexión frente a sus convecinos: «Un pobo non pode ser libre se non o son todos os seus membros».

Vallejo también animó a recordar a los vigueses de 1.809 como un símbolo de esfuerzo y coraje que todavía está en el ADN vigués: «Fagamos extensivo o recoñecemento aos idealistas, ás mentes inquedas, aos inconformistas, as soñadoras e a todos os que adican parte da súa vida a facer a cidade mellor», discurrió. Y también dejó un mensaje de esperanza: «Moitos son os problemas, máis tamén as respostas que nacen da resiliencia e da empatía».

En su intervención, el regidor alardeó de ciudad: «Vigo unido é capaz de todos os logros que consideremos, como fomos capaces de derrotar por primeira vez en Europa a un emperador vitorioso. Hoxe conforma a nosa propia autoestima», indicó.

Caballero instó a trazar un camino colectivo como ciudad, «con humildad»: «A Reconquista ten agora unha misión de unidade, de saudarnos polas rúas, de entender que compartimos unha cidade coa herdanza de liberdade daqueles que reconquistaron a cidade». 

Además, Caballero quiso reforzar lo local como potencia, el uso de los recursos que disponemos pese a la globalización en la que estamos inmersos: «A nosa meta é atender aos que máis o necesitan e permitir que todo o mundo teña os seus proxectos».

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