«Robaron y revolvieron el salón mientras dormíamos, no nos enteramos de nada»

María [nombre ficticio para proteger su identidad] se despertó este martes, como todas las mañanas, en torno a las 07.30 horas. Estos días está uno de sus nietos con ella, un adolescente de 15 años, y se disponía a prepararle el desayuno antes de que se fuese al instituto. Lo primero que le sorprendió fue ver la puerta de entrada del piso «entreabierta». A continuación, desde el hall, dirigió la mirada hacia el salón y se llevó el susto de su vida. Estaba patas arriba. «Totalmente desordenado», describe.

Ella y su nieto sufrieron un robo mientras dormían. «No sé cómo hicieron porque no nos enteramos de nada; no escuchamos ni un solo golpe ni nada que nos hiciese despertarnos», cuenta esta mujer de 65 años. Los ladrones, a los que ahora busca la Policía Nacional, se llevaron una importante cantidad de dinero en efectivo, unos viejos teléfonos móviles, una cámara de vídeo y, lo que más lamenta, por el enorme valor sentimental que tiene, la alianza de boda que había pertenecido a su marido fallecido, así como su teléfono.

Ocurrió en una de las viviendas del número 7 de la calle Lorient, cerca del estadio de Balaídos. Esta vecina de Vigo se fue a dormir sobre las diez de la noche del lunes y el adolescente lo hizo dos horas más tarde. «Entraron entre las 00.00 horas y las 07.30 en que me desperté esta mañana [por ayer]», dice.

Tanto ella como su nieto se olvidaron de «pasar la llave» de la parte superior de la puerta, lo que habría facilitado la entrada de los ladrones usando, posiblemente, el método del resbalón, consistente en utilizar una tarjeta o un plástico rígido entre el marco y el pestillo. «Yo tengo que tomar unas pastillas y generalmente todas las noches me despierto, pero justo esta madrugada no», dice.

«Dormíamos profundamente»

«Está claro que dormíamos profundamente», reflexiona la afectada, descartando que les hubieran dado alguna sustancia para drogarlos. «Las puertas de las habitaciones estaban igual que cuando nos fuimos a dormir y al despertar no nos encontrábamos mal ni notamos nada raro», aclara.

Junto a la investigación de UDEV-Robos, agentes del grupo de la Científica inspeccionaron el piso. Horas después del asalto esta viguesa aún tenía el «miedo» en el cuerpo: «No por mí, sino por mi nieto; la sensación de que entren en tu casa, de que anden en tus cosas, es horrible». Ahora espera que el robo se resuelva. «Ojalá recupere la alianza», dice sobre ese irreemplazable recuerdo que le han arrebatado los ladrones.