Inmobiliarias viguesas pagan comisiones a vecinos y conserjes para captar viviendas

La competencia feroz lleva a varias agencias a abonar gratificaciones de hasta 500 euros a los que les den un «chivatazo» de pisos vacíos

La mayoría se produce en edificios del centro con inmuebles de alto ‘standing’

Dos vigueses ven anuncios  en una inmobiliaria de Vigo

Dos vigueses ven anuncios en una inmobiliaria de Vigo / Marta G. Brea

En Vigo hay muchas inmobiliarias para tan poco mercado. Apenas hay unos quinientos pisos en alquiler y la oferta de compraventa es mayor pero tampoco la suficiente como para repartirse el pastel entre las más de doscientas agencias que hay en la ciudad. Es por eso que la competencia entre ellas es feroz, y ya casi vale todo con tal de conseguir nuevas viviendas para incorporarlas a sus carteras. Cuando en plataformas como Idealista aparecen anuncios de particulares que ponen a la venta o en arrendamiento una casa o apartamento, a los pocos minutos decenas de inmobiliarias se ponen en contacto con los propietarios para ofrecerse a gestionar el inmueble y a llevarse la correspondiente comisión en caso de cerrar la operación.

La competencia entre agencias ha llegado a tal punto que son varias las que ofrecen gratificaciones a vecinos y porteros o conserjes en comunidades de propietarios para que les avisen si algún piso queda vacío y así poder captarlo para ponerlo en el mercado. «Nosotros es una práctica que no hacemos, pero sí tenemos constancia. Normalmente se ofrecen cantidades entre doscientos y quinientos euros a cambio de información. Y hay que tener en cuenta que a veces es un dinero que se pierde, porque a lo mejor el propietario no quiere vender o simplemente lo hace por su cuenta, por lo que la inmobiliaria se queda sin comisión y sin lo que le ha pagado al vecino. Al final es una cantidad simbólica que se entrega como agradecimiento», explica Antonio Carballeda, gerente de la inmobiliaria Best House, que tiene varias sedes en la ciudad y es una de las que cuentan con más inmuebles en cartera.

Carballeda asegura que estas gratificaciones se entregan de forma «confidencial», para evitar conflictos con el resto de vecinos. Estos pagos se producen en la mayoría de casos en el centro de la ciudad, donde se ubican edificios considerados de alto standing. El motivo es que son estos inmuebles los que todavía cuentan con la figura del conserje o el portero, ya muy minoritaria, pero que son los que cuentan con mayor información sobre las comunidades de vecinos en las que trabajan.

Hay que tener en cuenta además que gran parte de los agentes inmobiliarios trabajan a comisión, y están buscando constantemente nuevas fórmulas para captar pisos que poner a la venta o en alquiler. Y conocen muy bien cuáles son los edificios de Vigo que cuentan con portero. El dinero, obviamente, se le entrega de forma confidencial al vecino o al conserje-portero, quedando en persona para dárselo. El intercambio de información no se reduce únicamente al aviso de que alguna de las viviendas ha quedado libre, sino también por ejemplo los datos del contacto del propietario para llamarlo e intentar convencerlo de que venda su piso a través de esa inmobiliaria.

Normalmente las agencias cobran a los propietarios que venden sus pisos a través de ellas una determinada comisión pactada previamente que suele ser de entre el 3 y el 5% en caso de ejecutarse la operación a cambio de gestionar todo el proceso: desde anunciar la venta en portales como Idealista o Fotocasa, realizar las visitas al inmueble y otras cuestiones más administrativas. En los últimos tiempos, tal y como informó FARO recientemente, cada vez son más los propietarios que deciden vender sus pisos por su cuenta para evitar tener que pagar comisiones a la inmobiliaria. Es más, hay numerosos anuncios en Idealista en los que los vendedores advierten de forma directa: «Abstenerse inmobiliarias».

«Me han llamado unas veinte agencias ofreciéndose para vender la casa. Me dicen que se le puede sacar mucho más dinero que el que pedimos», explica Jessica, una joven que se encargó recientemente de enseñar una casa en Lavadores propiedad de un amigo suyo. En este caso, el dueño es un inversor que se dedica a comprar inmuebles, reformarlos y venderlos. Uno de sus principales argumentos es que, además de no tener que pagar esos honorarios, pueden cribar mejor a los inquilinos al conocerlos ellos personalmente durante las visitas.

Hay que tener en cuenta que en Vigo operan en la actualidad más de doscientas inmobiliarias, además de consultoras que entre sus servicios también ofrecen la compraventa de viviendas y locales comerciales. La competencia por tanto es enorme y hay pisos gestionados por más de una inmobiliaria: quien consiga venderlo antes, se lleva la comisión. Además, los escasos pisos que hay en alquiler ahora mismo en Vigo lleva a que el sector se centre sobre todo en la venta, que es donde las agencias consiguen la mayoría de sus beneficios. 

¿Cómo se hace?

  1. Una entrega «confidencial»

    El agente inmobiliario entrega de forma personal el dinero al vecino o al portero.

  2. Una comisión a fondo perdido

    En caso de no cerrar la venta del piso, la agencia no recuperaría el dinero aportado.

  3. Los edificios con conserje, los deseados

    Los inmuebles que tienen portero están ya todos «fichados» por las agencias.

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