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La difícil convivencia con el trapicheo

Tras un 2024 con récord de intervenciones en Vigo por menudeo de drogas, a día de hoy la Policía tiene bajo su lupa una veintena de narcoviviendas que desesperan a los vecinos: «Ya no sabemos qué hacer»

Policías, este viernes, junto a una vieja casa okupada de calle Cantabria donde los vecinos denuncian que se vende droga

Policías, este viernes, junto a una vieja casa okupada de calle Cantabria donde los vecinos denuncian que se vende droga / Marta G. Brea

Marta Fontán

Marta Fontán

Vigo

«Ya no sabemos qué hacer», claman desesperados los vecinos de un pequeño edificio ubicado en el número 39 de la calle Numancia, en el barrio de O Calvario. A menos de un kilómetro de allí, junto a un viejo caserón okupado ubicado entre las calles Cantabria y Toledo, la sensación de quienes residen en esa zona es muy parecida. «Es insoportable: el trasiego es continuo a todas horas y mean, cagan y arrojan latas de cerveza junto a tu casa sin que puedas hacer nada», describe un residente. Ya más lejos, en Teis, en la avenida de Buenos Aires, inquilinos y propietarios del 47 confesaban esta semana su impotencia. «Nos amargan la vida», resumía una mujer.

El viejo caserón abandonado de la calle Cantabria con Toledo.

El viejo caserón abandonado de la calle Cantabria con la puerta por donde entran los okupas, que tiene también acceso desde la calle Toledo por un callejón / Marta G. Brea

Todos los vecinos cuyas palabras se recogen en el arranque de este artículo tienen algo en común. Conviven o han convivido, muy a su pesar, con el trapicheo de drogas. Porque residen junto a narcopisos o viviendas abandonadas donde se vende cocaína, heroína o hachís al menudeo y donde el trasiego de toxicómanos es constante, lo que en muchos casos da lugar también a peleas, daños en los edificios o robos protagonizados por drogodependientes que delinquen con el único fin de obtener dinero con el que sufragar su adicción.

99 intervenciones en 2024

La venta al menudeo, la que se materializa en forma de papelinas o «grameo» , aumentó de forma notoria en Vigo. «Se ha notado un fuerte incremento tras el COVID. En 2023 empezamos a verlo y en 2024 se constató que se mueve muchísima droga en la ciudad», resumen las fuentes consultadas. Los datos avalan estas palabras. El balance de criminalidad del Ministerio del Interior arroja que el 2024 se cerró con 99 intervenciones por tráfico de drogas, cifra récord de la última década. Son un 52% más que en 2015. Y este 2025 que está en sus inicios «pinta mal», advierten las mismas fuentes: a día de hoy la Policía Nacional tiene bajo su lupa una quincena de pisos donde se sospecha que hay actividad de trapicheo, a los que se suman media docena de infraviviendas o casas abandonadas, la mayoría okupadas, donde también hay trasiego de papelinas.

Pequeñas incautaciones

Las investigaciones policiales para desarticular estos puntos negros llevan su tiempo y muchas veces las detenciones no resuelven el problema. Aquí no hablamos de grandes incautaciones de droga: las aprehensiones se suelen medir en gramos, por lo que generalmente los arrestados quedan en libertad en sede policial o en el juzgado y no tardan demasiado en retomar la actividad delictiva.

En diciembre de 2024, a las puertas de las navidades, los vecinos del 39 de calle Numancia celebraron el operativo que derivó en la detención de un hombre por traficar con estupefacientes en uno de los pisos. «El alivio duró 24 horas. Fue puesto en libertad y es cierto que durante un par de semanas hubo un parón, pero la cosa ha vuelto y peor. En nuestro edificio entran a diario 100 o 150 personas... y seguramente me quede corto. El telefonillo de esa vivienda suena continuamente y los nuestros no lo hacen porque los hemos tenido que desconectar», dice un residente de este inmueble ubicado a 50 metros de un colegio.

Un grupo de vecinos del edificio número 39 de la calle Numancia donde funciona un narcopiso.

Un grupo de vecinos del edificio número 39 de la calle Numancia donde funciona un narcopiso. / Pablo Gamarra

Cacheos policiales en la calle Cantabria

Junto a la vieja casa okupada de Cantabria con Toledo que también se cita en el inicio de este artículo la desesperación es generalizada: «Estamos preocupados por lo que se maneja aquí [en referencia al menudeo] y por lo que eso repercute en los vecinos; quienes vienen a comprar droga entran por nuestras propiedades y a una mujer hasta le robaron las verduras del huerto». Agradecen que la presencia policial haya aumentado. Este viernes, como pudo comprobar FARO, agentes de la UPR de la Policía Nacional estaban haciendo cacheos en ese punto. Dos días antes, el miércoles, el mismo cuerpo policial detuvo a tres hombres y tres mujeres por el piso de la avenida de Buenos Aires. Investigados por presunto tráfico de drogas, cinco de ellos ya están libres. Los vecinos temen que los problemas vuelvan a este edificio de Teis.

Desde Navia hasta Teis y con el ojo también puesto en un puñado de bares y parques

El trapicheo en narcopisos preocupa. Pero la Policía Nacional también está alerta en relación con una serie de bares y de parques de la ciudad. ¿Y cuáles son las zonas de Vigo en las que más se vende al menudeo? Pues se han detectado viviendas –y algún establecimiento que abre hasta altas horas de la madrugada– salpicados por bastantes puntos del municipio: en Navia, en Bouzas, en Coia, en la parte de Urzáiz peatonal y en otras calles del Calvario, en pleno centro del casco urbano olívico como en la calle Venezuela, en la calle Aragón, en Travesía y en ciertas zonas de Teis. Los sindicatos policiales también se han referido a esta problemática en los últimos meses. Junto a los delitos violentos, resaltan el aumento del tráfico de drogas a la hora de pedir que la comisaría sea dotada de más agentes para que haya más patrullas en la calle que permitan prevenir y poner coto a estas actividades ilícitas.

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