De China a Vigo para investigar y emprender

Estudió Gestión Financiera en su país y un máster en Relaciones Económicas Internacionales en la Rey Juan Carlos de Madrid, pero las matemáticas no le gustaban demasiado y acabó haciendo una tesis sobre traducción en la UVigo. Y además de investigar, Yingzhe Ren también ha creado una empresa junto a su mujer, Xiao.

El estudiante de doctorado Yingzhe Ren.

El estudiante de doctorado Yingzhe Ren. / Pablo Hernández Gamarra

Sandra Penelas

Sandra Penelas

Hacer el doctorado conlleva un largo camino de esfuerzo y sacrificio, más aún cuando la investigación también exige aprender un idioma ajeno. Yingzhe Ren decidió cambiar el rumbo de su carrera académica e iniciar una tesis en la UVigo sobre la traducción de la literatura china moderna y contemporánea que le obligó a profundizar en esta rama de conocimiento y también a mejorar sus conocimientos de español. Y acabó encontrándose tan a gusto en la ciudad que el año pasado creó junto a su mujer, Xiao Liu, la empresa Mentenova, que ofrece servicios de traducción y consultoría.

«Lo normal hubiese sido buscar un doctorado sobre finanzas y economía. Pero no me gustan las matemáticas ni los datos, así que prefería hacer algo relacionado con los idiomas, para los que siempre he tenido facilidad. Pero no sabía nada sobre traducción ni tampoco hablaba mucho español. Empecé desde cero. Leí muchas tesis y muchos artículos académicos y mi director de tesis, Ramón Méndez, me apoyó mucho durante todo el proceso», agradece.

Yingzhe inició el doctorado en Traducción y Paratraducción en 2019, justo después de acabar su máster en la Rey Juan Carlos y tras buscar destino con la ayuda de sus profesores en Madrid. Sus inicios coincidieron con la pandemia, pero él siguió adelante y esta misma semana depositaba su tesis en la UVigo ya finalizada.

Su trabajo analiza la traducción de la literatura china moderna y contemporánea a partir de la novela «El Sorgo Rojo», de Mo Yan, Premio Nobel de Literatura en 2012. Y, en concreto, se centra en dos traducciones, del inglés al español y del chino al español. Además ha tenido como codirectora a Chunyi Lei, profesora del departamento de Lingüística y Teoría de la Literatura de la Universidad de Granada.

Yingzhe Ren.

Yingzhe Ren. / Pablo Hernández Gamarra

«Hice un análisis sobre los problemas que supone la traducción, por ejemplo, a la hora de trasladar los nombres de personas, lugares, comidas o palabras que tienen muchas características culturales. En las clases de la UVigo aprendí que traducir es un trabajo muy complejo que también requiere traducir otros elementos que no son textos como imágenes o cuestiones culturales. El profesor José Yuste Frías ha elaborado la teoría de la paratraducción, que es muy exitosa, pero siempre hace falta seguir haciendo investigación», comenta Yingzhe Ren.

Su investigación ha abierto una nueva línea de trabajo en el grupo del profesor Yuste y a él le encantaría mantener esta relación en el futuro. «¡Claro! Pero no sé si la UVigo me necesita», añade entre risas. «La razón por la que hice el doctorado es que quería hacer investigación, pero en España hay pocas plazas en traducción. Pero si tengo más oportunidades colaboraré con mi director de tesis o con otros profesores», asegura.

En la Facultad de Filología y Traducción se ha encontrado con muchos alumnos chinos de intercambio, pero no ha visto ninguno «en la lista de tesis depositadas».

Sus últimos años de doctorado también los ha dedicado a emprender. Durante su estancia en Madrid conoció a la que hoy es su mujer, Xiao, que estudiaba el mismo máster y que lo acompañó en su mudanza a Vigo. Y ahora trabajan juntos en su propia empresa.

«Ofrecemos servicios de traducción y consultoría a empresas y estudiantes internacionales. Yo quería usar mis conocimientos en finanzas y en traducción para ayudar a más personas a resolver problemas actuales, especialmente, en el marco del comercio internacional. La traducción es muy útil y puede ayudar a promover el desarrollo de los países», sostiene.

Yingzhe y Xiao se encuentran muy a gusto en Vigo, aunque los comienzos, en plena pandemia, fueron difíciles: «No hablábamos español bien y encontrábamos muchas barreras en la vida diaria. Tuvimos dificultades, pero fuimos estudiando y mejorando el idioma y poco a poco las fuimos superando».

Yingzhe es originario de Xuzhou, perteneciente a la provincia de Jiangsu y con 8,6 millones de habitantes: «Vigo tiene muchos paisajes bonitos y el mar. Es una ciudad desarrollada y muy tranquila. Mis padres vinieron hace dos años y también les gusta». Tampoco le tiene miedo al tráfico y ayer mismo se enfrentaba al examen teórico de conducir. Todo un ejemplo de tenacidad en la vida y de integración.

La protagonista, en una escena de la película.

La protagonista, en una escena de la película. / El Sorgo Rojo

La obra de un premio Nobel adaptada al cine

Mo Yan es el autor chino contemporáneo más conocido. Su novela «El Sorgo Rojo» (1986) transcurre en una zona rural y arranca en los años treinta, durante la guerra chino-japonesa. Su compatriota Zhang Yimou, director de gran proyección internacional, la adaptó al cine. Fue su ópera prima y en 1988 ganó el Oso de Oro en el Festival de cine de Berlín.

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