La rareza aeronáutica que pervive en Peinador

Hubo un tiempo en el que acercarse a un aeropuerto o volar abría una ventana a una variedad de modelos, fabricantes y siluetas que hacían las delicias de expertos y profanos. De los Boeing 727 trimotor a los McDonnell Douglas, cada avión tenía sus propias señas de identidad que enriquecían aún más la experiencia del viaje. Sin embargo, e igual que en otros ámbitos como los teléfonos móviles o los vehículos, la homogeneización se ha impuesto —especialmente en el corto radio— con los de la familia A320 o los 737.

Sin embargo, dentro de este fenómeno Vigo se ha convertido en una especie de oasis al poder disfrutar de uno de los modelos más raros del mundo. Frente a los Airbus de Iberia y Vueling o los Boeing de Air Europa y Ryanair —entre todas suman el 84% de los pasajeros del aeródromo— emerge como el segundo más utilizado el CRJ-1000 con 1.054 operaciones durante el último año. Esta singular aeronave se ha convertido en uno de los pilares de la conectividad de la terminal viguesa ya que Air Nostrum lo utilizó en sus rutas a Madrid, Bilbao, Santander, Ibiza, Palma de Mallorca, Menorca, Valencia o Gran Canaria.

La "Ría de Vigo" ya surca los cielos europeos

Su presencia en Peinador se remonta a su estreno a nivel mundial en febrero de 2011, ya que la aerolínea valenciana fue el cliente de lanzamiento para su fabricante, la canadiense Bombardier. Con un centenar de plazas y un consumo mucho menor que otros aviones de mayor tamaño se postulaba como la opción ideal para rutas de baja densidad o ejercer de feeder en los grandes hubs de conexión. Precisamente en esa tarea concentra el grueso de sus operaciones en la ruta a Madrid, sirviendo como franquicia para Iberia en los horarios y fechas de menor demanda. En otras terminales con menor tráfico como Jerez, Pamplona o Santiago este verano ante el empuje del AVE cubre casi la totalidad de las frecuencias.

Todo ello a pesar de unas dimensiones que hacen que muchos lo consideren «de juguete» al entrar por primera vez en él. Cuenta con solamente dos asientos a cada lado del pasillo central, en el cual un pasajero de 1’90 metros de altura tocará con el techo. Sin embargo, esto se compensa con el espacio entre butacas: casi 80 centímetros, un 12% más de lo habitual.

Aunque en verano su presencia le lleva a operar uno de cada cinco vuelos en la terminal olívica, su presencia a nivel mundial es más bien extraña. Pese a ser un producto muy reciente solo hay 32 unidades en servicio repartidas entre la citada Air Nostrum y la irlandesa Cityjet (3), quien los usa para Lufthansa y otras compañías similares. Esto provoca que en aplicaciones especializadas como SkyCards —juego basado en el popular Flightradar— le otorguen una rareza de 8,95 puntos sobre 10. Así, se convierte en uno de los más cotizados para los spotters de todo el mundo, pero en algo ordinario para los vigueses.

El Celta, uno más en él

En estos 14 años de servicio alcanza ya el medio millón de viajeros (502.961) a una treintena de destinos entre los que también han estado Roma, París, Londres o Bruselas. Además de las rutas regulares —Binter se estrenó en 2018 con este modelo— también juega un papel clave para un fijo en Peinador: el RC Celta.

Al igual que con otros clubes de Primera División, Air Nostrum ejerce como aerolínea habitual para el equipo en sus desplazamientos por toda España, lo que le hace llegar a destinos como Castellón, Almería, Pamplona o Girona con Iago Aspas y compañía a bordo.

Esto también ha llevado a situaciones rocambolescas, como el «robo» por parte del Sevilla FC de uno de estos aviones tras su polémico empate en Balaídos en noviembre de 2023. Este cambio de aeronaves dejó en tierra a 95 personas, perdiendo gran parte de ellos los enlaces en Barajas al priorizar la aerolínea el servicio a los futbolistas.

En cualquier caso, la relación entre este modelo y Vigo ha sido más que fructífera. Dentro del contrato de promoción turística con el que la aerolínea operó a más de una decena de destinos en 2017 decoraron el EC-MJO con el logo turístico de la ciudad y el lema #UnMardeVida. Anteriormente, las Islas Cíes y su candidatura a Patrimonio de la Humanidad ya habían engalanado el morro de este avión cuya longitud, pese a las apariencias, es igual que la de sus «hermanos mayores».