Más de un año con el médico de familia jubilado y sin sustituto estable en un centro de salud de Vigo

De los nueve de tarde de Pintor Colmeiro, dos se retiraron, tres están de baja, uno es liberado sindical y otro tiene actividad limitada

El Sergas elimina temporalmente un cupo y lo reparte entre el resto

Acceso al centro de salud de Pintor Colmeiro

Acceso al centro de salud de Pintor Colmeiro / Marta G. Brea

Que cada vez que acuden al centro de salud les atienda un médico diferente es lo habitual para una parte importante de los usuarios de tarde del centro de salud de Pintor Colmeiro de Vigo. De las nueve plazas con las que cuenta de Medicina de Familia, dos están vacantes por jubilación —una desde diciembre de 2023 y otra desde marzo de 2024—, los titulares de otras tres están de baja —uno más de un año, otro nueve meses y el tercero, dos—; hay un sexto al que se le ha concedido la liberación sindical y un séptimo profesional tiene la actividad limitada —no puede hacer domicilios ni urgencias ni superar 32 consultas al día—. La situación es tan caótica, que los dos únicos cupos abiertos para cambiarse de profesional son los de los médicos ya retirados.

Para la consulta que cumple en marzo un año con el médico jubilado, el Sergas acaba de encontrar sustituto y se espera su incorporación el próximo día 17. Para los pacientes del otro facultativo retirado, los que llevan más de un año sin médico de referencia, la Consellería de Sanidade ha adoptado una decisión inédita en el área viguesa. Fraccionará su cupo entre el resto de médicos. Aunque, en teoría, la plaza seguirá ofertada a la espera de ser cubierta, en la práctica, la elimina. Al menos, temporalmente.

Profesionales y CIG-Saúde prefieren esta opción antes que mantener a las usuarios sin un facultativo de referencia que pueda ofrecerle una atención continuada. Es lo que se conoce como «longitudinalidad» y ha demostrado ser uno de los factores protectores de la salud con mayor impacto.

Paciente

«Creo que no he conseguido ver a la médica que figura en mi tarjeta dos veces», cuenta Rosa Estévez, usuaria del centro de salud desde hace cuatro años. Ella lo frecuenta poco y considera que, si para ella ya es un trastorno, «es descorazonador cuando tienes problemas serios». Los profesionales también lamentan que así no pueden ofrecer una correcta atención a la cronicidad ni prevención, sino limitarse a apagar fuegos. Además, las pocas consultas que cada tarde están abiertas soportan una gran carga de urgencias de otros cupos.

En el caso de las bajas, Sanidade espera «la incorporación paulatina». A pesar de este panorama, asegura que la asistencia «está garantizada, ya que se organiza el trabajo para que ninguna persona quede sin la debida atención».

Alega que el déficit de profesionales es generalizado en España y que «dificulta enormemente» las coberturas. Reclama soluciones al Gobierno central.

Tracking Pixel Contents