Una viguesa busca a Wilma, la periquita que perdió hace dos meses, dejando a su amado con el corazón roto

María cree que alguien tiene en su casa a la pareja de Yaco que voló desde una galería de su vivienda a principios de diciembre

María busca desesperada a Wilma, una periquita australiana que desapareció de su hogar en Vigo el pasado 6 de diciembre.

María busca desesperada a Wilma, una periquita australiana que desapareció de su hogar en Vigo el pasado 6 de diciembre. / María Fernández-Cid

Marta Clavero

Marta Clavero

Yaco está triste. Echa de menos a Wilma, su pareja periquita que se perdió el pasado 6 de diciembre de la casa de su dueña, María Fernández-Cid, una vecina de la Travesía de Vigo que vive en un octavo piso.

Allí tiene una galería, libre de jaulas, y en la que María había montado una estructura a base de piñas, ramas, y cocos para hacer la estancia de sus aves más libre, «pero un día, jugando, Wilma encontró un recobeco en el doble ventanal, y salió volando», explica, convencida de que alguien la encontró y se la quedó: «Ahora seguro que la tienen en una jaula», teme.

Yaco y Wilma, en su entorno creado por su dueña a base de piñas, nidos, cocos y ramas. A la derecha, la periquita perdida.

Yaco y Wilma, en su entorno creado por su dueña a base de piñas, nidos, cocos y ramas. A la derecha, la periquita perdida. / María Fernández-Cid

Y es que desde su desaparición, esta viguesa, trabajadora del sector sanitario, ha empapelado algunas calles y locales de la ciudad y su entorno con carteles de búsqueda con la foto de Wilma, además de publicar mensajes en todos los grupos sobre animales perdidos de Facebook, con el fin de encontrar a su periquita australiana, que lleva casi 13 años a su lado.

Pero no solo María está desesperada por encontrar a una de sus compañeras de piso. Otro periquito, Yaco, también tiene el corazón roto. «Es su pareja, y se daban besos de pasión. Él era el niño de sus ojos, su amado», explica su dueña quien, desde la desaparición de Wilma, ha incrementado su familia en dos miembros más. Adquirió otro otro periquito australiano, de nombre Max, y le regalaron una hembra, Alba.

Yaco y Wilma, dándose un 'piquito'.

Yaco y Wilma, dándose un 'piquito'. / María Fernández-Cid

Ahora ella, y sus tres aves -sobre todo Yaco- confían en que la reina de la casa regrese a su hogar. María deja su número de teléfono por si alguien puede darle alguna pista sobre su paradero: 747 772 120

Tracking Pixel Contents