Vitrasa crece a los 18 millones de viajes pero sigue un 13% por debajo del 2019

El fin de la huelga desde marzo y la paz social permitieron recuperar 10.000 viajeros diarios

Pese a ello, el bus urbano sigue lejos de los 22,1 millones de viajeros registrados entre billetes y transbordos antes de la pandemia

Servicio nocturno de bus con el C1 de Vitrasa estrenado en 2024

Servicio nocturno de bus con el C1 de Vitrasa estrenado en 2024 / Pablo Hernández Gamarra

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Vigo

Desigual crecimiento para el transporte público en Vigo. Mientras que el tren y el transporte de ría lograron batir en 2024 sus récords gracias a las bonificaciones implantadas hace ahora tres años, el bus urbano sigue muy por debajo de los registros anteriores a la pandemia. Según los datos de Vitrasa durante el año pasado hubo 18.265.184 viajes entre los billetes adquiridos y los transbordos, lo que supone un crecimiento del 7,33% respecto a 2023.

Estas cifras llegaron a pesar del impacto que tuvo la huelga general en su servicio durante 108 días hasta el 12 de marzo, si bien los recortes en algunas líneas se prolongaron hasta bien entrada la primavera. De esta manera, el autobús está todavía muy lejos (18,51%) de los 22,4 millones de usuarios conseguidos en 2019, reduciéndose la cifra a un 12,77% si nos ceñimos a los nueve meses de «normalidad».

Y es que el impacto de la huelga iniciada el 25 de noviembre fue letal para el día a día de miles de vigueses, así como sus trabajadores. El número de viajeros por jornada cayó por primera vez en tres años por debajo de los 40.000, yendo los autocares disponibles al límite de su capacidad debido a a la falta de frecuencias. No fue hasta abril cuando comenzó a superar las cifras de 2023 y superar los 50.000 usuarios diarios, aunque todavía lejos de los 61.412 que cosechó de media en 2019.

A partir de ahí llegarían las mejores cifras del último lustro para la concesionaria municipal. Al tradicional incremento durante el verano por el servicio a las playas se sumaron los nuevos servicios nocturnos, especialmente en el C1. A su vez, la permanencia de las bonificaciones del Gobierno central al transporte urbano mantenía al transporte público como la opción más económica para los usuarios de la PassVigo. Al sumar el descuento pagado por el Concello al del Ministerio de Transportes el billete ordinario pasó de 1,57 euros a 0,53 euros en la tarifa normal.

Cobertura inferior a la previa

Durante el otoño llegaría una vuelta a la casi «normalidad» con una caída promedio del 10%, aunque la mayor distancia fue en el techo cosechado en octubre de 2019: 2.113.128 viajes frente a 1.831.888 este año. Todo ello llegó a pesar de un recorte considerable en la oferta por parte de la concesionaria debido al cambio a las frecuencias «dinámicas» de 36 y 72 minutos, la supresión de líneas y el rodeo que implica el cierre al tráfico por las obras en Porta do Sol desde hace cinco años.

Según el portal especializado Vigo 360 en estos dos meses idénticos los autobuses recorrieron casi 50.000 kilómetros menos, cayendo así un 7,87% hasta los 577.120,2 kilómetros de servicio. A ello se suma la desaparición de 250 frecuencias en cada jornada laborable. Esta reducción provocó que a pesar del fin de la pandemia o los descuentos, muchos viajeros dejaran de optar por el bus urbano como alternativa.

Este 2025 arrancó con 1.612.703 viajeros en enero, lo que supone una subida de 15.000 viajes al día.

Habrá prórroga a la espera del nuevo contrato y sus pliegos

Una vez sellada la paz social con el nuevo convenio colectivo aprobado en diciembre, el servicio del transporte urbano municipal está a la espera del concurso que deberá definir su modelo para las próximas décadas. La concesión a Vitrasa expirará en junio al cumplirse los cinco años de prolongación aprobados durante la pandemia. Aún así, al no estar listos todavía los pliegos de un contrato que rondará los 20 millones de euros anuales se buscará una solución provisional.

«Igual hay que dar un tiempo de prórroga hasta que hagamos la nueva contratación. Por tiempo, me refiero a unos meses. Pero habrá un nuevo concurso», explicó en su entrevista el pasado domingo en FARO el alcalde de la ciudad. Abel Caballero destacó que «Vitrasa hace un buen trabajo, pero el contrato es muy antiguo y en la era del móvil hay formas distintas de gestionarlo todo», al tiempo que señalaba la dificultad de atender 70.000 personas en el ámbito rural.

Para definir ese nuevo modelo de movilidad el Concello adjudicó en noviembre de 2023 un contrato de 320.000 euros que, según el propio regidor, «debe estar a punto de acabar». En él se analizarán el futuro mapa de líneas, la intermodalidad y otras novedades respecto al vigente desde 1995.

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