La pareja acusada de quemar dos buses de Vitrasa afronta 30 años de cárcel y medio millón de multa

Penas que suman 30 años de prisión y casi medio millón de euros en multas. Esta es la petición de condena que solicita la Fiscalía de Vigo para la pareja acusada de plantar fuego de forma casi simultánea en el interior de dos autobuses de la compañía Vitrasa, la concesionaria del transporte público municipal.

La trabajadora de la compañía, que conducía uno de los vehículos implicados, afronta 10 años de prisión al atribuírsele solo uno de los incendios en calidad de cooperadora necesaria. Para su compañero sentimental, al que señala como el autor material de ambos fuegos, solicita la pena más elevada: veinte años de prisión.

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Se le atribuyen dos delitos de incendio con peligro para la vida –el tipo penal más alto de los tipificados en el Código Penal para este tipo de naturaleza–, ya que en el interior de ambos vehículos viajaban un total de diez personas, varias de ellas de avanza edad «con las limitaciones que eso conlleva».

Hechos

Los hechos que expone la Fiscalía se remontan al 30 de abril de 2023. Sobre las 21.52 horas, el acusado se encontraba como viajero en uno de los autobuses afectados, que cubría la línea C3. Cuando circulaba a la altura del número 192 de Tomás Alonso, «se sirvió de un artefacto incendiario casero consistente en una bolsa con material combustible impregnado de gasolina como elemento acelerador que colocó bajo un asiento de la penúltima fila al que prendió fuego».

Según recoge el fiscal, fue entonces cuando el acusado gritó «fuego», a lo que el conductor del autobús abrió las puertas y extinguió él mismo el fuego. El procesado huyó del lugar, pero no para ocultarse sino para coger otro autobús. O al menos eso es lo que recoge en su escrito la Fiscalía. Concretamente, se subió a un vehículo de la línea A4, cuya chófer era su pareja sentimental, con la que «previamente» había concertado haber plantado un segundo fuego. Y así lo hizo: «Utilizando un artefacto similar que colocó de nuevo bajo un asiento de la penúltima fila [...] prendió fuego, bajando rápidamente del autobús».

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Daños

Mientras el primer vehículo afectado no sufrió grandes daños –fueron valorados en 4.673 euros–, el segundo quedó completamente calcinado en la misma parada de la Farola. La compañía cuantifica su pérdida en 423.183 euros, cuantía de la que tendrán que responder ambos acusados, según la petición de la Fiscalía.

Este suceso se produjo en medio de las convulsas y accidentadas negociaciones que mantenían entonces la compañía de autobuses y el comité de empresa por la renovación del nuevo convenio colectivo. La compañía sufrió otros ataques a vehículos, como roturas de ventanas o pinchazos en las ruedas.