Cuidados paliativos del Meixoeiro reclama más habitaciones y personal

Sus 12 camas y dos internistas no alcanzan para todos los casos de alta complejidad

Piden más recursos y formación para avanzar en la continuidad y transversalidad de esta atención

Desde la izq., la EIR de Familia Ángela Herrera, las DUE Luz Gómez y Melania Álvarez, la supervisora Loli Pampillón, la TCAE Mari González, el DUE  João Gonçalves, la internista Marina Ávila, la psicóloga clínica Irene Esperón, la psiquiatra Xiana González, la internista Eloísa Arnillas, la TCAE Valle Rodríguez, el DUE Artur Díaz y la MIR de Familia Fernanda A. Sepúlveda

Desde la izq., la EIR de Familia Ángela Herrera, las DUE Luz Gómez y Melania Álvarez, la supervisora Loli Pampillón, la TCAE Mari González, el DUE João Gonçalves, la internista Marina Ávila, la psicóloga clínica Irene Esperón, la psiquiatra Xiana González, la internista Eloísa Arnillas, la TCAE Valle Rodríguez, el DUE Artur Díaz y la MIR de Familia Fernanda A. Sepúlveda / Marta G. Brea

Vigo

En la Unidad de Cuidados paliativos del Servicio de Medicina Interna del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) creen que la población no tiene una idea correcta de lo que hacen allí. «No es un lugar para morir. Es para ayudarte a vivir bien hasta que te mueras», resaltan. Alivian el sufrimiento, preservan la dignidad y trabajan para que los pacientes sin posibilidad de curación disfruten de los últimos meses o, en algún caso, incluso un par de años, con la mayor calidad de vida posible. Y su actividad es cada vez mayor.

En el oasis de calma en el que han convertido el ala 1 de la planta 7 del Hospital Meixoeiro atienden a los pacientes paliativos de alta complejidad. Hubo un momento en que se centraban en los oncológicos. Hoy, siguen siendo mayoría, pero tratan de abrirse a otras especialidades. Si se agudizan y necesitan cuidados hospitalarios para controlar sus síntomas, los ingresan en alguna de sus doce habitaciones individuales, que mantienen con una ocupación «muy alta».

Álbum de fotos mostrando el agradecimiento de los pacientes de la unidad de cuidados paliativos del Hospital Meixoeiro

Álbum de fotos mostrando el agradecimiento de los pacientes de la Unidad de cuidados paliativos del Hospital Meixoeiro / Marta G. Brea

Pero, si están estables, los atienden en su consulta y les facilitan una conexión telefónica en horario de mañana para lo que puedan necesitar. Es un seguimiento dinámico y constante. El objetivo es favorecer su continuidad asistencial, evitar que tengan que acudir por urgencias cuando tienen algún problema y dar tranquilidad a sus cuidadores. «Que esté lo mejor que podamos y se le incomode lo menos posible», destacan. Y, para conseguirlo, tienen bien desarrolladas las vías de colaboración con Atención Primaria —«hacen mucho trabajo»— y el Servicio de Hospitalización a Domicilio (HADO).

Es una unidad con dos médicas internistas, las doctoras Marina Ávila Núñez y Eloísa Arnillas; un equipo psicosocial formado por la psicóloga clínica Irene Esperón Rodríguez y la trabajadora social Beatriz Leclere Rodríguez y con la colaboración de la psiquiatra Xiana González; y un equipo de Enfermería liderado por la supervisora Loli Pampillón. Tratan cada caso de forma coordinada para cuidar tanto al enfermo como a su familia —para darles apoyo y como herramienta fundamental para el cuidado del paciente—.

Centralita de la Unidad de cuidados paliativos del Hospital Meixoeiro

Centralita de la Unidad de cuidados paliativos del Hospital Meixoeiro / Marta G. Brea

Aunque el año pasado dieron «un buen paso adelante» con la incorporación de una segunda doctora, no tienen personal suficiente para atender las necesidades del área sanitaria más grande de Galicia. Para sus doce habitaciones casi siempre tienen lista de espera de pacientes ingresados en otros servicios del Chuvi. Si la petición es de alguien que está en su casa, se le busca una solución. Nadie se queda sin hospitalizar si lo necesita.

¿Cómo priorizan a quién atienden? Se centran en los que requieren cuidados de alta complejidad, con síntomas incontrolables o situaciones emocionales o sociales que requieran intervención. Y, aun así, no llegan a todos.

Carta de agradecimiento al personal de la Unidad de cuidados paliativos del Hospital Meixoeiro

Carta de agradecimiento al personal de la Unidad de cuidados paliativos del Hospital Meixoeiro / Marta G. Brea

¿Qué proponen? No piden que se pongan medios para todos. «Es inasumible que atendamos la situación final de la vida de todos los pacientes, de todas las especialidades», indican. De hecho, casi todos los ingresados en Interna y Geriatría del Meixoeiro reunirían las condiciones para considerarlos paliativos —«¿Sorprendería que esta persona falleciera en un año?», si la respuesta es «No», es un paliativo—. Pero sí les gustaría avanzar en la dotación de camas y personal para cubrir al grupo de alta complejidad.

Unidad de cuidados paliativos del Hospital Meixoeiro

Unidad de cuidados paliativos del Hospital Meixoeiro / Marta G. Brea

¿Y el resto? Atenderles desde la transversalidad. Plantean que lo ideal es que el médico de cada paciente, de la especialidad que sea, le acompañe hasta el final y le dé calidad de vida cuando ya no lo pueda curar. Consideran que, para ello, es necesario dar formación a todos los sanitarios del complejo en cuidados paliativos. Y proponen también articular protocolos para que desde la unidad específica del Meixoeiro les puedan dar apoyo o asesoramiento por vías bien establecidas.

El objetivo es que toda la población tenga cubierto su derecho a vivir sin sufrimiento y con dignidad hasta su muerte.

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