El juez embarga 572.000 euros en criptomonedas de la mafia albanesa
El dinero incautado fue el pago de la red balcánica a los narcos también extranjeros que se encargaron de sacar los 1.100 kilos de cocaína del puerto para llevarlos a la casa de Bembrive

El alijo incautado a la mafia albanesa viajó en un contenedor desde Ecuador. / Fdv
Vigo fue este enero epicentro de una de las operaciones de narcotráfico más importantes de los últimos años. Un operativo que supuso un golpe de calado a una de las cada vez más poderosas mafias albanesas que, metidas de lleno en el negocio de la droga, han puesto al puerto olívico en su punto de mira para introducir grandes alijos en Europa. Precedida por una minuciosa investigación, esa operación policial permitió, tras la entrega bajo control judicial del estupefaciente, incautar los 1.100 kilos de cocaína que, en 22 fardos de 50 kilos cada uno, viajaron de Ecuador a Vigo a bordo del «Cape Citius» en un contenedor que llevaba como carga lícita oleína (aceite) de palma. La droga no fue el único decomiso significativo. Porque el trabajo policial permitió interceptar los pagos en criptomonedas que la red balcánica hizo al grupo también extranjero –de origen belga– al que se encomendó toda la logística necesaria para sacar el estupefaciente del puerto: algo más de 570.000 euros en USDT, una «stablecoin» que tiene un valor que se equipara al dólar estadounidense.
Ese dinero era el pago por sacar la droga del puerto. Tras interceptar los agentes las seis transferencias realizadas por los albaneses a los encargados de la logística –que sumaron 590.004 USDT que se traducen en un total de 572.247 euros–, dichas cuantías quedaron bajo control policial a disposición judicial. Y en un reciente auto emitido por el Juzgado de Instrucción 4 de Vigo, el que dirigió el operativo, el magistrado acuerda el embargo de las criptomonedas intervenidas, con vistas a su ulterior decomiso, y encomendar a la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos (ORGA) la gestión de estos bienes, solicitándose de dicho organismo que remita una propuesta de ejecución para la realización anticipada del dinero virtual. El embargo se estima procedente por afectar a un «efecto del delito».
Los 9 detenidos –seis albaneses y tres belgas– fueron enviados a prisión provisional el 10 de enero. La investigación policial y judicial continúa, pero los arrestos y la incautación del alijo fueron el punto álgido de unas pesquisas abiertas tras detectarse a una organización criminal especializada en el envío de grandes cantidades de cocaína desde Sudamérica al puerto de Vigo a través de contenedores y aliada con otro grupo extranjero que se encargaría de la logística necesaria para sacar la droga del puerto y entregarla a sus dueños.
Tras constatarse que en enero llegaría un contenedor con 1.100 kilos de cocaína en el «Cape Citius», la operación se puso en marcha. La droga llegó al puerto y los narcos la sacaron de allí, llevándola a una vivienda de alquiler de la calle Xesteira de Bembrive donde cuatro de ellos fueron pillados in fraganti cargando los fardos en una furgoneta Fiat Ducato blanca que fue intervenida, al igual que un Citroén DS3 que iba a ser usado como lanzadera. Otros cuatro supuestos miembros de las bandas implicadas fueron capturados en el centro comercial Vialia –allí esperaban a que terminara la carga de la droga en Bembrive para llevarla a su destino final– y uno más en otra casa de alquiler.
Reuniones en el área de servicio de San Simón y en cafeterías de centros comerciales
Miembros de la mafia albanesa propietaria de la droga y del grupo belga que se alió para hacer las labores de logística viajaron a Vigo los días previos a la llegada del «Cape Citius» para participar en una serie de reuniones que tuvieron como objeto preparar al milímetro la recepción del alijo de cocaína. Ignorando el operativo policial y judicial que iba tras sus pasos, integrantes de ambas organizaciones criminales se reunieron el 6 de enero, festividad de Reyes, en el área de servicio de San Simón en la AP-9. Al día siguiente (7 de enero) volvieron a verse, en este caso en una cafetería del centro comercial Vialia, encuentro este último al que asistió el considerado «notario» de la mafia albanesa implicada en el transporte de cocaína y otros individuos que se cree iban a realizar labores de custodia de la droga hasta su entrega definitiva. No trascendió cuál iba a ser el destino final del estupefaciente.
Lupa policial
La llegada del buque de bandera de Chipre que transportaba el contenedor donde viajaba el alijo estaba prevista para primera hora de la mañana del 8 de enero. Era la jornada clave y miembros de ambas organizaciones volvieron a reunirse hasta en dos cafeterías viguesas, la última la de Vialia. Desconociendo que la droga ya estaba bajo la lupa policial, la cocaína fue retirada del puerto vigués y trasladada a la vivienda de Bembrive donde los narcos tenían uno de sus centros de operaciones en Vigo. Allí, mientras la cargaban en una furgoneta, se precipitaron las detenciones que también tuvieron como escenario Vialia.
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