Avanza la tramitación de suelo industrial en Navia

Urbanismo aprueba el proyecto de compensación vinculado con el PERI de San Andrés de Comesaña

La Xerencia Municipal de Urbanismo aprueba hoy de forma definitiva el proyecto de compensación de la Unión de Execución Industrial de San Andrés de Comesaña. El PERI (Plan Especial de Reforma Interior) fue validado por el pleno del Concello a finales de julio de 2023 y, ahora, se da un paso más que servirá para determinar el destino final y el reparto y características edificatorias de cada una de las parcelas. «Es muy necesaria para el empleo y para Vigo», destacó el alcalde, Abel Caballero.

El ámbito se corresponde con el del poblado chabolista emplazado entre Navia y O Caramuxo. Este proyecto, que dispone de todos los informes sectoriales, tanto del Estado como de la Xunta de Galicia, supondrá la transformación de más de 28.000 metros cuadrados y mejorará la situación de los terrenos, lo que supondrá potenciar la permeabilidad para el paso de la ciudadanía en una zona partida por la avenida Ricardo Mella.

«Habrá aparcamientos, edificaciones que no superen los 15 metros de altura para evitar nuevas barreras y se mejorará una zona de tránsito hacia el paseo del Lagares», informó en el pleno de julio de 2023 la concejala de Urbanismo, María José Caride. Además, se generará una nueva zona limítrofe con la avenida Ricardo Mella para facilitar la ampliación del polígono de O Caramuxo.

La promotora que se encargará de impulsar este ámbito es Global Fitness Sport SL, que se hará cargo del coste de la urbanización. Según explicó el alcalde, Abel Caballero, anteriormente, el objetivo de esta actuación es completar la trama urbana existente para adecuarla al conjunto de la ciudad, así como crear terreno para uso industrial, que será compatible con actividades comerciales. Unos 2.300 metros cuadrados se cederán para servicios de la VG-20 y 28.600 son edificables. Habrá un nuevo vial de casi 3.500 metros cuadrados y se establece una altura máxima de tres plantas o 15 metros.

Este proyecto surgió después de un largo periplo judicial. La promotora, dueña de los terrenos, litigó contra los chabolistas del poblado para que abandonasen la zona y poder desarrollar esta iniciativa comercial e industrial. Consiguió sentencias favorables en primera y segunda instancia. Su idea inicial pasaba por su cesión a cinco operadores multinacionales para la explotación del suelo.

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