El recorte de Ryanair en Peinador y Lavacolla reabre la pugna aeroportuaria entre las ciudades gallegas y la Xunta

Caballero exige las cuentas de Turgalicia y acusa al gobierno autonómico de potenciar Santiago a costa de Vigo

Sanmartín pide ayudas para Lavacolla por su carácter «central y referencial»

Avión de la aerolínea Ryanair procedente de Londres en el aeropuerto de Peinador, en Vigo.

Avión de la aerolínea Ryanair procedente de Londres en el aeropuerto de Peinador, en Vigo. / Pablo Hernández Gamarra

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

La decisión de Ryanair de eliminar más de 410.000 plazas durante este verano en Vigo y Santiago ha desatado un temporal que, días después, ha reavivado con fuerza el debate en el sistema aeroportuario gallego. Este tijeretazo motivado por su guerra abierta con Aena concentrando aquí la mitad de los recortes a nivel nacional— ha servido para reavivar que desde ambas ciudades se vuelva a la Xunta como responsable de la coordinación aérea (o ausencia de la misma) entre las tres terminales que el pasado año superaron los 6 millones de viajeros.

El hecho de que Peinador sea, tras Valladolid y Jerez, el aeropuerto con un mayor recorte proporcional ha puesto en guardia al alcalde de la ciudad. Abel Caballero reaccionó el viernes anunciando que tenían abiertos dos expedientes contra la compañía por incumplimientos «muy graves» del contrato en su otra ruta en la urbe, la de Londres-Stansted operada con apoyo municipal. La supresión de 16 frecuencias en julio y septiembre, desvelada por FARO en su momento, podría acarrear sanciones de hasta 30.000 euros.

Sin embargo, el regidor olívico quiso recordar este lunes que el resto de conexiones (una docena a ocho destinos) son operadas «a mercado» a diferencia del resto del noroeste peninsular. En ese aspecto volvió a insistir en que la Xunta subvenciona los vuelos de Lavacolla —dejó de hacerlo en 2013— y volvió a exigir transparencia.

«Lo hace de forma oculta, y digo, lo hace a través de Turgalicia. Que enseñen las cuentas de Turgalicia, no las quieren enseñar porque allí están los contratos de publicidad que firman con las empresas», aseguró señalando que así buscan «potenciar el aeropuerto de Santiago contra el de Vigo».

El primer edil olívico calificó de «manifiestamente hostil con la ciudad» la actitud del ejecutivo autonómico y cargó duramente contra su presidente. «Feijóo era una calamidad para Vigo. Rueda es una catástrofe, aún es peor que Feijóo y yo creí que era imposible», finalizó.

Desde la capital gallega también se pronunció en las últimas jornadas Goretti Sanmartín, quien reforzó la postura anunciada hace un año en el comité de coordinación y volvió a reclamar una intervención directa de la Xunta ante el estancamiento en Lavacolla.

La alcaldesa compostelana cree que se ha fracasado «de manera histórica» en esta materia e insta a Rueda a «coger el timón y decir cómo queremos organizar y hacer la colaboración», aunque ésta sería «teniendo en cuenta por supuesto el carácter central y referencial del aeropuerto de Santiago».

La regidora del BNG abogó también por una planificación conjunta que atienda «las necesidades de complementariedad y especificidad de cada uno de ellos», finalizó.

El recorte en Vigo supondrá la eliminación de las 41.000 plazas existentes el pasado año en la ruta a Barcelona, que operará Vueling en monopolio tras reducir su presencia en ella desde 2022. En Santiago retirará uno de sus tres aviones Boeing 737 basados en la terminal y eliminará las rutas de Milán-Bérgamo y Bolonia.

Aena lo califica de chantaje

El cruce de reproches y comunicados entre el gestor aeroportuario español y la compañía ha continuado también este lunes, al calificar Maurici Lucena de «chantaje» la medida en los aeropuertos regionales. «Yo tengo muy claro que el sistema aeroportuario español no se puede hacer a la medida de Ryanair» afirmó el presidente de Aena durante su participación en una mesa del XI Foro Hotusa Explora en la que ha coincidido con el consejero delegado de la aerolínea, Eddie Wilson.

En este encuentro destacó que las tarifas nominales se han reducido un 31% desde 2015 si se tiene en cuenta la inflación. «Es un sistema solidario que garantiza unas tarifas competitivas muy bajas y la cohesión territorial y un modelo de éxito», insistió Lucena.

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