Robos a joyerías: el botín obtenido en una de ellas ronda los 50.000 euros
«Cogió la manta con las cadenas y cordones de oro, salió a la carrera y lo perseguimos, pero no le dimos alcance», afirman el responsable de la Joyería Pato de A Pedra | La sospecha policial es que se trata de una banda itinerante

La Joyería Pato ubicada en la plaza de A Pedra fue una de las dos en las que robaron. / José Lores
Las bandas organizadas especializadas en el conocido como «tirón de la manta» tienen predilección por los gruesos cordones de oro. Y eso fue por lo que se interesó el joven cliente que, en torno a las siete y media de la tarde del viernes 10 de enero, entró en la Joyería Pato de la plaza de A Pedra de Vigo. Moreno, de entre 25 y 30 años y con una apariencia que no levantaba sospechas, se dirigió a una de las empleadas, le dijo que por unos amigos tenía buenas referencias del establecimiento y se tomó su tiempo en examinar las cadenas y cordones de oro de ley de 18 kilates que había en la manta expositora que la trabajadora le mostró. Pero en un momento dado, «en segundos», se hizo con esa valiosa manta y, aprovechando que la puerta estaba abierta, salió a la carrera con el valioso botín en la mano. La empleada y el responsable de la joyería también corrieron tras él, pero acabaron perdiéndolo de vista.
Un cliente que no levantó sospechas
«Parecía un cliente más, un cliente normal», afirma Carlos Pato, que calcula que el valor de las piezas de oro que había en la manta sustraída oscila entre los 40.000 y los 50.000 euros. Junto a esta joyería, el mismo individuo u otro de complexión física similar que sería de la misma banda robó de idéntica forma en otra joyería de las instalaciones del centro comercial Alcampo de Coia.

Escaparate de una joyería de Vigo. / Marta G. Brea
Aunque en ambas joyerías –y en otra de Teis donde también lo intentaron– entró un solo individuo haciéndose pasar por un cliente más, la sospecha policial es que es una organización especializada e itinerante formada por varios delincuentes. De hecho, a la Joyería Pato, minutos antes de entrar el ladrón, accedió otro cliente que acabó comprándose dos económicos relojes –pagó 80 euros por ambos– que se cree que podría ser de la misma banda.
Escapó por la rampa del centro comercial A Laxe
Las investigación de las imágenes de las cámaras es clave. Lógicamente, al simular ser un cliente, el delincuente entró a cara descubierta. El que estuvo en la Joyería Pato tenía lo que aparentaban ser tatuajes en manos y cuello. Cuando escapó a la carrera, cruzó la plaza de A Pedra, siguió por la pasarela hacia el centro comercial A Laxe y bajó por las escaleras hacia la zona portuaria. La trabajadora y el responsable de la joyería lo siguieron pero en un momento dado perdieron su pista. Es posible que hubiese algún vehículo con un compinche o compinches esperando.
«Un robo así puede ser difícil de evitar», reconoce Carlos Pato, que no tiene muchas esperanzas en recuperar las joyas robadas. El precio del oro está alto y estas bandas lo «transforman» rápido. «Quizá lo que debamos hacer es tener menos cantidad de joyas en cada una de estas mantas», reflexiona sobre lo ocurrido.
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