Última llamada de auxilio de la protectora: «Los perros no salen a pasear desde octubre»

La Asociación Protectora de Animales y Plantas de Vigo advierte que desaparecerá si el Concello no le permite colaborar

Voluntarios y miembros de la Asociación Protectora posan con sus animales en O Castro.

Marta G. Brea

La Asociación Protectora de Animales y Plantas de Vigo sufre el momento más crítico de su historia, que suma más de 70 años. Su presidente, Andrés León, vuelve a alertar de que ni el Concello ni la empresa Servicios Gallegos de Lacería (Servigal), gestora del refugio de A Madroa desde el pasado 1 de septiembre —cogió ese día el relevo a la asociación—, han mostrado interés por iniciar algún tipo de colaboración que les permita continuar su actividad tras salir de las instalaciones municipales.

«Si esto sigue así, puede que nos lleve a la desaparición. Este es nuestro último intento. Sería tristísimo que se disuelva después de décadas dedicadas a los animales», explica el representante de la entidad.

Miembros y voluntarios de la Asociación Protectora de Animales reunidos en O Castro para lamentar que desde hace meses los perros de A Madroa no pueden pasear

Miembros y voluntarios de la Asociación Protectora de Animales reunidos en O Castro para lamentar que desde hace meses los perros de A Madroa no pueden pasear / Marta G. Brea

León expone que el Ayuntamiento les prometió que la colaboración continuaría en favor del bienestar de los animales, su objetivo principal. Un ejemplo: con los paseos de los perros por el entorno de A Madroa, la oportunidad que tenían los peludos todos los domingos de oler hierba y estar en contacto con la naturaleza. Se dejaron de hacer desde la salida de la asociación; participaban de media entre 35 y 40 voluntarios en cada sesión. El resultado: desde «finales de octubre a finales de febrero», periodo en el que se interrumpe el programa del Concello Camiño a camiño, que les permite salir del recinto, «los animales no pasean». Otra consecuencia: las posibilidades de adopción se reducen.

«Queremos seguir realizando la parte social, es decir, organizar los paseos, dar charlas en centros educativos, impulsar campañas de concienciación sobre el respeto animal y la importancia de la adopción, hacer seguimiento de las adopciones… Todo lo que ya hacíamos antes de entrar Servigal y estaba funcionando perfectamente», resume León antes de advertir que, si ni el Concello ni la empresa se comunican con la asociación próximamente, el riesgo de desaparición es «altísimo». «Es nuestra última llamada de auxilio. No entendemos por qué nadie nos dice nada; solo queremos mejorar la calidad de vida de los animales. Los socios y voluntarios están nerviosos por falta de información. Es desesperante», comenta.

La junta directiva de la asociación se reunió hace unos días para analizar esta crítica situación. Su idea es convocar a los socios —son unos 570 socios tras las últimas bajas— en sesión ordinaria a finales de febrero o principios de marzo para presentar las cuentas y en extraordinaria en otro momento para decidir el rumbo que toma la entidad. Hay una pequeña esperanza de continuar con vida. «Sin la aportación económica del Concello, podríamos replantear las cuotas de los socios para desarrollar las acciones que queremos, como los paseos, campañas de sensibilización o charlas en los centros educativos. En todo caso, se planteará a los socios y habría que ver si es factible», manifiesta León.

Miembros y voluntarios de la Asociación Protectora de Animales reunidos en O Castro para lamentar que desde hace meses los perros de A Madroa no pueden pasear

Miembros y voluntarios de la Asociación Protectora de Animales reunidos en O Castro para lamentar que desde hace meses los perros de A Madroa no pueden pasear / Marta G. Brea

De todos modos, deja claro que el objetivo de la asociación es recibir apoyo institucional a través de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento. Actualmente, la entidad no dispone de una sede, por lo que agradecería que el Concello —o un particular o empresa— le cediese un bajo para recibir comunicaciones y a la gente que quiera sumarse.

«Estamos esperando a que alguien diga algo para saber qué va a pasar. Es imposible no pensar en la desaparición si nadie tiene la sensibilidad de llamarnos para darnos alguna esperanza o plazo después de dar la matraca tantos meses. Los socios necesitan información. Somos la única asociación protectora de Vigo y está abocada a desaparecer. Este reportaje es el último cartucho que quemamos. Cualquier tipo de ayuda será bien recibida», finaliza.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents