Casi 3 de cada 10 hogares vigueses ya están formados por parejas sin hijos

La cifra ronda ya los 30.000 y roza máximos históricos, mientras que los que deciden ser padres siguen a la baja | La mayoría de personas que viven solas superan los 60 años

Mayores, familias y niños disfrutando de una tarde en el parque de O Castro.

Mayores, familias y niños disfrutando de una tarde en el parque de O Castro. / José Lores

La configuración de los hogares no solo de Vigo, sino de prácticamente toda España, ha sufrido un cambio radical respecto a hace unas décadas. Antes de la crisis de 2008, la natalidad estaba por las nubes, las familias compraban viviendas y por lo general querían tener dos hijos o más para su proyecto de vida. Con el paso del tiempo y conforme han ido avanzando las realidades económicas y sociales, esta tendencia se ha frenado. En Vigo, por ejemplo, nunca había habido tan pocas parejas con hijos como en la actualidad. Solo 37.057 hogares están formados por familias compuestas al menos por padre, madre y algún niño. Este modelo familiar, el más tradicional, apenas representa ya el 30% del total de hogares de Vigo, según los últimos datos publicados por el Instituto Galego de Estatística (IGE).

Y mientras esa configuración va a la baja, la contraria no deja de crecer. Es decir, cada vez hay más parejas que deciden formar un proyecto de vida sin descendencia. Concretamente, son 28.468 las viviendas de la ciudad que están formadas por dos personas pero que no tienen ningún hijo. Esta cifra representa casi el 30% del total, por lo que cerca de tres de cada diez vigueses apuestan por esta opción, cuando por ejemplo a inicios de la pasada década ese porcentaje apenas superaba el 20%.

Y aquí hay que apuntar varias variables. En primer lugar, como no podía ser de otra forma, influye y mucho la dificultad para acceder a una vivienda adecuada para una familia con hijos. Los precios completamente disparados de los pisos y la falta de oferta provocan que muchos hagan cálculos y decidan no tener niños porque no les dan las cuentas para pagar por una vivienda para acoger a más miembros de la familia o simplemente para permitirse los gastos que suponen los pequeños, especialmente durante los primeros años.

En otros casos, los motivos no son económicos. Simplemente cada vez hay más parejas que deciden no tener hijos porque tienen planes de futuro diferentes y prefieren llevar una vida diferente al modelo tradicional.

En la gran mayoría de casos, además, ambos miembros de la pareja trabajan y tienen un salario, pero deciden por voluntad propia no ser padres, con un proyecto vital en el que los niños no tienen cabida. Esta tipología de hogares son conocidos como DINK, siglas en inglés de dual income, no kids: doble ingreso y sin niños. La gran mayoría de estas familias están compuestas por miembros que rondan entre los 35 y 65 años. Una de las respuestas al auge de estos hogares proviene indudablemente de las conquistas del feminismo y del nuevo papel de la mujer en esta sociedad.

Por otro lado, también siguen al alza los hogares formados por una única persona. Aquí también hay que diferenciar de aquellos que deciden vivir solos por decisión propia de los que lo hacen porque no tienen otra alternativa, en muchos casos, porque se han separado o se han quedado viudos. Y es que hay que tener en cuenta que la gran mayoría de vigueses que viven solos superan los sesenta años. Concretamente, en Vigo hay casi 22.000 personas que están sin compañía, mientras que en 2007 por ejemplo esa cifra no llegaba a 16.000.

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