El Registro Civil de Vigo enfila su traslado al Casco Vello
Con las obras del edificio principal y la sala de bodas ya finalizadas, la mudanza desde la actual sede de la calle Lalín arranca este mes con el traslado de los expedientes y los libros con las inscripciones

La nueva sala de bodas está en un bajo en Abeleira Menéndez cerca de la sede principal del Registro Civil. / José Lores
El Registro Civil encara su mudanza al Casco Vello. Desde que los juzgados se trasladaron a la Ciudad de la Justicia, este servicio es el único que continúa funcionando en el viejo edificio de la calle Lalín. Pero ya le queda poco en este emplazamiento que en el futuro acogerá un centro de asociacionismo. Porque las obras de la que será la nueva sede principal del Registro Civil en la calle San Sebastián y de la sala de bodas en la cercana Abeleira Menéndez han tocado a su fin.
La Xunta aún no pone fecha al traslado del personal –la magistrada, la letrada de la Administración de Justicia y los 17 funcionarios y funcionarias–, pero todo apunta a que en febrero o como mucho marzo ya estarán trabajando en el barrio histórico.

El edificio principal del Registro Civil estará ubicado en la calle San Sebastián. El inmueble fue reformado y cuenta ya con la nueva denominación en la fachada principal. / José Lores
«Las obras ya están finalizadas, solo se está a la espera de la entrega del equipamiento de la sala de bodas y de la organización del traslado de la documentación para fijar la fecha del traslado a la nueva ubicación», informaron esta semana fuentes de la Dirección Xeral de Xustiza del gobierno autonómico. La previsión es empezar este mismo enero con el traslado de los expedientes –fundamentalmente los antiguos libros de inscripciones anteriores a 1950 que no están digitalizados– y colocar el mobiliario que falta, agregan las fuentes oficiales, a principios de febrero.
Una polémica ubicación
La elección del Casco Vello para el Registro Civil no estuvo exenta de polémica. El personal prefería seguir compartiendo espacio con los juzgados en la Ciudad de la Justicia, pero la desjudicialización de este servicio llevó a la Xunta a decantarse por la calle San Sebastián. Los trabajadores no lo ven el lugar idóneo porque aprecian falta de espacio y consideran que el acceso es muy complicado, sobre todo para las personas mayores. Tampoco les convence el bajo elegido para ubicar la sala de bodas, que, según el proyecto en su día publicado, tiene una superficie de 36 metros cuadrados y aforo para 21 personas. «No hay zona de espera y los invitados tendrán que estar en plena calle», denunciaron en su momento e insisten de nuevo sobre el local de Abeleira Menéndez.
De lo que no hay duda es de que el traslado del Registro Civil contribuirá a dinamizar esta zona del Casco Vello donde hasta la puesta en marcha de la Ciudad de la Justicia estuvo el servicio común de notificaciones y embargos y el juzgado especializado en cláusulas suelo. Al margen de las bodas civiles que se ofician cada semana, son decenas y decenas las personas que acuden a diario al Registro Civil para solicitar certificados de nacimiento, defunciones, matrimonio o fes de vida o para realizar todo un sinfín de trámites relacionados con inscripciones de recién nacidos, nacionalidades o cambios de nombres y apellidos.
Junto al traslado del Registro Civil, está pendiente llevar a la vieja estación de autobuses más de 64.000 cajas con pleitos judiciales que todavía permanecen en los sótanos de los antiguos juzgados de la calle Lalín.
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