Ni barreras físicas ni económicas a la accesibilidad

La viguesa Isabel Misa es una de las beneficiarias del programa bono-taxi para personas con discapacidad y problemas de movilidad que impulsa el Concello de Vigo

Isabel Misa, junto a uno de los taxis que utiliza habitualmente.

Isabel Misa, junto a uno de los taxis que utiliza habitualmente. / Pablo Hernández Gamarra

Para personas con discapacidad o dificultades graves de movilidad, acudir a una cita médica, a visitar a la familia o simplemente ir a hacer la compra puede resultarles insostenible. Es el caso de Isabel Misa, una vecina de Vigo de 85 años. Con ambas caderas operadas y tras padecer un cáncer, sus posibilidades para caminar o desplazarse por la ciudad son ya muy limitadas, obligándola a no poder realizar actividades cotidianas. Hasta hace dos años.

Isabel es una de las beneficiarias del bono-taxi, una ayuda de emergencia social que busca proporcionar un medio de alternativo de transporte adaptado a personas afectadas por graves discapacidades en su movilidad. «A mí me ha cambiado la vida, me ayudó muchísimo y me gustaría que otros como yo conocieran esta posibilidad porque, para mí, fue la solución perfecta», cuenta Misa.

Las destinatarias de estas ayudas son aquellas personas con diversidad funcional que tienen reconocida una discapacidad que afecte gravemente a su movilidad, impidiéndole la utilización, por ejemplo, del transporte público colectivo. «Yo me tengo que desplazar casi a diario hasta el centro de salud de Pintor Colmeiro y si no fuera por el taxi no sé cómo haría. Estoy operada de las caderas, camino mal y además tuve también cáncer, entonces encontrar esta solución fue perfecto», amplía esta vecina de Camelias.

La subvención la pueden recibir personas mayores de edad, empadronadas en Vigo y no disponer de ingresos suficientes para afrontar los gastos extraordinarios derivados de una situación de emergencia social. A lo largo del año pasado, el Concello destinó más de 17.000 euros para este bono, que concede ayudas de hasta 400 euros por beneficiario para emplear taxis en la ciudad. «Más recursos, más flexibilidad y más atención para las personas con discapacidad que tienen que recurrir al taxi», aplaude el alcalde Abel Caballero.

Programas municipales

Este es uno de los programas que desde el Concello de Vigo se ponen en marcha para vecinos de bajos recursos o en situación de emergencia. El Ayuntamiento, desde la concejalía de Servicios Sociales, desarrolla varios programas dirigidos a personas con discapacidad, bien de forma autónoma, bien en colaboración con otras administraciones y entidades: cuidadores de barrio, servicio de ayuda en el hogar, programa comer en casa, servicio de teleasistencia o proyectos como «Me muevo», de la mano de Down Vigo.

«Creo que hay muchas personas como yo que también lo necesitarían. Se quedan en sus casas o limitan su vida porque no disponen del bono y que lo conozcan es importante», amplía Isabel Misa, cuyo marido está a la espera de la concesión de la tarjeta de discapacidad para optar también a esta ayuda municipal. «Tiene dolencias en las rodillas así que nos vendría bien a los dos poder hacer uso del bono. Por ejemplo, yo este año pude disfrutar de la navidad para a él y bajé a ver el alumbrado», cuenta, sonriente.

También recientemente, el Boletín Oficial de la Provincia de Pontevedra se hacía eco de las bases para la concesión de las ayudas de emergencia social que incluyen el abono del alquiler, alimentación básica, mobiliario de primera necesidad, gastos de luz, agua o gas, gastos farmacéuticos también, etc. El año pasado, el Concello de Vigo destinó a este programa 1,2 millones de euros. No existe límite presupuestario para estas ayudas, cuya partida será incrementada «en la medida en que fuera necesario, siempre que existan recursos financieros suficientes y de acuerdo a la normativa vigente en materia presupuestaria».

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