El Chuvi extrae un tumor del corazón sin abrir el pecho por primera vez en España

Cardiología Intervencionista del Cunqueiro estrenó en Galicia un dispositivo con catéter de succión que se suele usar para extirpar vegetaciones y lo aplicó a un tumor

Es una alternativa solo para pacientes de alto riesgo, como la mujer intervenida el miércoles y que recibió el alta hospitalaria el viernes

Parte del eequipo que intervino. Desde la izq., Echarte, Mitre, Bastos, Herrera, Lameiro, Fernández, González, Baz, González y Regueiro.

Parte del eequipo que intervino. Desde la izq., Echarte, Mitre, Bastos, Herrera, Lameiro, Fernández, González, Baz, González y Regueiro. / | Pablo H. Gamarra

Había tenido varios cánceres de mama. Le habían aplicado todos los tratamientos habituales: cirugía, radioterapia, quimioterapia… Y en una ecografía de control vieron algo dentro del corazón. Pensaron que podía ser un coágulo en la punta del catéter que aún tenía instalado para suministrar los medicamentos de la quimio directamente al torrente sanguíneo. Pero cuando le retiraron este tubo, ese bulto extraño seguía ahí.

Los tumores en el interior del corazón son poco frecuentes, pero existen. Habitualmente son benignos, aunque también los hay malignos. Biopsiarlos para saber de qué tipo se trata es muy difícil. Es un músculo en constante movimiento. ¿Cómo acertar con la aguja?

Hay que quitarlo y la forma de hacerlo es con una cirugía a corazón abierto. Se corta el esternón al medio y se abre; se para el corazón y se conecta la circulación a una máquina extracorpórea que mantiene la sangre oxigenada; y, mientras, se extrae el tumor.

Pero esta mujer, de 62 años, es una paciente de alto riesgo. Aunque la radioterapia ha progresado mucho, al matar las células malas, aún es inevitable afectar algo a las sanas. Los tejidos de su tórax no se encontraban en la mejor situación para una cirugía tan agresiva. Así que los profesionales de la Unidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista —de Cardiología del Chuvi, dirigido por el doctor Andrés Íñiguez— exploraron otras opciones para extirparlo sin abrir el pecho. Optaron por usar, por primera vez en Galicia, el dispositivo AngioVac System y lo emplearon, por primera vez en España, para extraer un tumor.

El Chuvi extrae un tumor del corazón sin abrir el pecho por primera vez en España

Un momento de la intervención / Cedida

Cuenta el jefe de esta sección, el doctor José Antonio Baz Alonso, que la especialidad vive un momento de auge de nuevos dispositivos para ser menos invasivos. Este es un catéter que se lleva hasta el corazón con una fuerza de succión que aspira mucha sangre y otras cosas que haya en la zona. Se suele emplear para vegetaciones —masas de gérmenes y células generados en el corazón por una infección—, pero se había descrito su uso con tumores —un 3% de los casos— y decidieron probar.

El equipo

La cirugía se llevó a cabo este miércoles en el Hospital Álvaro Cunqueiro. La expectación era grande y el equipo en quirófano, también. Además del doctor Baz, estaban los hemodinamista Guillermo Bastos y Saleta Fernández, los becarios de Hemodinámica Alfonso Mitre y Julio Echarte, el MIR en Cardiología André González, la anestesista Miriam Vázquez, el radiólogo Manuel Barreiro, las perfusionistas Reyes Gil y Begoña Pereira de Cirugía Cardíaca —dirigido por Juan José Legarra— y las enfermeras Silvia González, Cristina Herrera, María Lameiro y Antía Regueiro.

Mediante incisiones en cada una de las ingles, se introducen sendos catéteres por las venas femorales hasta el corazón. Uno succiona con fuerza —controlada para no afectar su funcionamiento—. Lo aproximan hasta el tumor con la habilidad que confiere la experiencia —hacen más de dos mil cateterismos al año— y guiados por la imagen de una ecocardiograma transesofágico –una sonda por la boca de la paciente—. No hace falta tocarlo, solo aspirarlo. Al tiempo que succiona mucha sangre, arrastra el tumor, que estaba agarrado solo por un pedúnculo, por el que se alimentaba. El tubo está conectado a una máquina extracorpórea, que oxigena la sangre extraída. Vuelve a entrar en el cuerpo por el otro catéter, que ayuda a empujar hacia el otro lado. Todo lo succionado pasa por un filtro, en el que queda este bulto, que era de 2 centímetros. Ahora lo analizarán para ver si es maligno.

«Esto abre la puerta para que otros lo hagan», destaca el doctor Baz. Pero solo para pacientes de alto riesgo. La cirugía a corazón abierto sigue siendo la opción más segura para los que tienen fuerzas para resistirla y para los que se sabe que es maligno, porque la seguridad de que se quita todo el tejido tumoral es mayor al abrir y ver. «Era la paciente ideal para ello». El viernes ya estaba en su casa.

Pantalla con las imágenes que ven los profesionales que operan

Pantalla con las imágenes que ven los profesionales que operan / Cedida

Experiencia, pericia y buena imagen

«Lo más complicado es dirigir el catéter», cuenta el doctor José Antonio Baz. Ellos tienen muy interiorizados los movimientos por la experiencia acumulada. Para guiarse, contaron con la imagen de una ecocardiograma transesofágico —en la esquina inferior de la imagen de arriba—.

Comparte la pantalla con la que trabajan los profesionales en quirófano con una imagen de rayos X, donde lo más oscuro es esta sonda del ecocardiograma —que entra por la boca de la paciente, con anestesia general— y lo claro, el catéter que aspira.

El tercer apartado es la zona de trabajo, con los catéteres accediendo por las ingles.

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