Arroja un adoquín y saca una guadaña a los policías tras asaltar una casa en Vigo

Suceso de película el vivido esta semana en una vivienda de Alcabre. Un hombre, con iniciales D. M. N. G., natural de Vigo y de 36 años de edad, fue pillado in fraganti mientras asaltaba una vivienda: el propietario vio cómo entraba a través de su teléfono móvil y, poco tiempo después, se presentaron en el lugar varias autoridades policiales. A la llegada de los estas, el ladrón, que estaba siendo buscado por la Justicia por hasta tres causas y con una orden de ingreso en prisión, arrojó varios objetos contra los uniformados, además de intentar agredirlos con una guadaña.

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles sobre las 21.35 horas, cuando un particular alertó a la Policía Local de que estaba viendo por su teléfono móvil, conectado a las cámaras de vigilancia, cómo alguien había entrado para robar en su vivienda situada en la Rúa Castaña.

Cuando los agentes llegaron a la casa, estaba presente el propio dueño, que permitió su entrada para solucionar la situación. Una vez estos se encontraban en la finca, el individuo, muy agresivo, comenzó a amenazarlos con dispararles, según relata la propia Policía Local a través de una nota.

Ante esta situación, los locales reclamaron la ayuda de otra patrulla de su cuerpo y de la Policía Nacional. A pesar del refuerzo, el hombre no solo no cedió, sino que además les arrojó un adoquín y un extintor, sin que llegasen a golpear a nadie. Instantes más tarde, los agentes decidieron adentrarse a través de las escaleras, donde el ladrón siguió tirando más objetos; otro adoquín acabó rompiendo incluso el escudo de un agente.

Tras ver que la lluvia de elementos no causaban efecto ninguno, el varón sacó una guadaña. Mientras este trataba de reprimir la acción policial, otros agentes treparon hasta la terraza de la vivienda logrando introducirse y rociar con espray pimienta al hombre. Finalmente, fue detenido por la supuesta comisión de varios delitos: robo con fuerza, atentado a la autoridad y desobediencia a los mandatos judiciales.

Una vez fue reducido e inmovilizado, los policías constataron que sobre el vigués pesaban tres requisitorias judiciales: dos de búsqueda, detención y presentación en sendos juzgados de instrucción (número 1 y 2 de Vigo, respectivamente) y una tercera de búsqueda, detención e ingreso en prisión del Juzgado de lo Penal número 3 de la ciudad.