Comercios centenarios apuntan a 2025

Negocios legendarios como Arjeriz o El Revendible siguen contando con una fiel clientela tras más de un siglo de historia | La peluquería DJ, en Bouzas, va por cuatro generaciones

Antonio Domínguez y Cristina Bermejo, al frente de curtidos El Revendible.

Antonio Domínguez y Cristina Bermejo, al frente de curtidos El Revendible. / Pablo Gamarra

En Vigo hay negocios que muchos pensarían que no tienen cabida en una sociedad como la actual, que avanza a una velocidad supersónica y en la que los centros comerciales e Internet han quitado el protagonismo a las pequeñas tiendas. Pero no a todas. Prueba de ello por ejemplo es Arjeriz, en el corazón de la ciudad, en plena calle Carral. El local comenzó como mantequería en 1920, cuando era propiedad de Larsa, compañía que vendía en este establecimiento sus quesos y leches. Posteriormente se hizo cargo del local Juan Antonio Marcote, que lo convirtió en un ultramarinos de toda la vida y los últimos años se han especializado en todo tipo de vinos. Sus hijos, Martín y Marcos, son los que están ahora al frente del negocio. «Tenemos la suerte de que nuestra clientela local es muy fija, muy fiel. Nuestro padre marcó las líneas a seguir en el negocio y en ello estamos», explica Martín.

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Responsables de Arjeriz atienden a un cliente. / Pablo Gamarra

Pero sí que notan cambios en los hábitos de los consumidores: «Ahora lo que más nos piden es el Godello, y hace años eran los Rioja y Rías Baixas», explican. Arjeriz es uno de esos negocios que han sobrevivido al paso de los años y han conseguido reinventarse a la vez que se mantienen como uno de los grandes emblemas del comercio del centro de la ciudad.

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Camilo Donsión afeita a un cliente en su peluquería DJ, en Bouzas. / Pablo Gamarra.

Pero hay establecimientos históricos en Vigo todavía más antiguos. Es el caso de Curtidos El Revendible, que lleva abierto 113 años, desde 1907, atendiendo a una clientela fiel que buscan productos de calidad de cuero, ropa y pieles. Tiene una historia más que curiosa.

Hace unos treinta años, un matrimonio de Ourense, Cristina Bermejo y Antonio Domínguez, se hicieron con el negocio. Cristina y Antonio tenían ya una tienda similar en Ourense y apostaron por expandirse a Vigo. «Como todos, estamos peleando. Salvo Amancio Ortega, el resto tenemos que sobrevivir. Pero ofrecemos una atención y productos que no se pueden encontrar en otros sitios», asegura Antonio Domínguez. Hace unos cuatro años, además, El Revendible se mudó por primera vez en sus más de cien años, pasando de Abeleira Martínez a un local en la calle Ecuador.

En el año 1928 abría en Bouzas la peluquería DJ , antes conocida como Lito, que sigue abierta en la villa marinera y en ella ya han trabajado hasta cuatro generaciones de una misma familia. Al frente está ahora Camilo Donsión, que a sus 71 años continúa cortando el pelo a diario y afeitando a su clientela más fiel. Aprendió el oficio primero de su abuelo y después de su padre, que también trabajaron en la peluquería. Y ahora el hijo de Camilo, Javier, lleva varios años también ahí con el objetivo de estar al frente del negocio cuando su padre se jubile. «Va todo evolucionando, cuando yo empecé las herramientas eran muy diferentes a las de ahora, y actualmente también se ofrecen muchos servicios de barbería, porque es algo muy demandado. Si Javier tiene salud y suerte, continuará el legado familiar», explica Camilo.

Pero en esta histórica peluquería no es ya que hayan trabajado hasta ahora cuatro generaciones de una misma familia, sino que entre sus clientes están también abuelos, padres, hijos y nietos: todos van a cortarte el pelo al mismo sitio que sus antepasados. En estas fechas navideñas, además, hay más clientes que en otros meses por la cantidad de personas que quieren arreglarse el pelo o la barba para las fiestas y cenas propias de estos tiempos.

En Príncipe también queda algún negocio histórico. Se trata de la joyería Ramón Fernández, que lleva 111 años abierta. Las bisnietas del fundador, Verónica y Macarena Cuíñas, están ahora al frente del establecimiento, y estos días están desbordadas por la cantidad de clientela que están teniendo, muchos son turistas que vienen a Vigo atraídos por las luces de Navidad. Otro de los establecimientos históricos de la ciudad olívica se ubica en el entorno de As Travesas. Se trata de la farmacia Díez, en Avenida Castrelos, y cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XIX.

Todos estos negocios son la prueba de que el comercio en Vigo se mantiene muy vivo y que se puede luchar contra la falta de relevo generacional que se sufre en algunos sectores y que acaba abocando a algunos comercios históricos al cierre.

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