Los institutos de Vigo refuerzan sus planes de convivencia ante peleas y agresiones

La Policía Nacional tuvo que intervenir la semana pasada en un IES tras la agresión entre tres alumnas

En otro centro, un menor fue expulsado por sus graves comportamientos

Exterior del IES Rosais 2 de Vigo.

Exterior del IES Rosais 2 de Vigo. / GSV

Todos los centros educativos destacan la relevancia que están ganando los entornos digitales como nuevo escenario a donde se trasladan los conflictos entre alumnos, pero no es único ni mucho menos exclusivo. Los patios u otras zonas comunes de colegios e institutos, por malentendidos, disputas deportivas o rupturas de amistades –como se recoge en los planes de convivencia de varios IES de Vigo– son el contexto de muchos de estos enfrentamientos entre escolares. Y hablamos en plural porque desde varios equipos docentes apuntan que si bien no es una problemática grave, los episodios de peleas o riñas son «más frecuentes de lo que nos gustaría». Esta situación ha motivado que buena parte de los centros renueven y actualicen sus planes de convivencia a las nuevas realidades y comportamientos disruptivos en el aula.

En cada uno de estos planes, los IES analizan las situaciones en materia de convivencia . Por ejemplo, en el caso del instituto de Valadares, explican que si bien las relaciones son «buenas», «se dan situaciones que rompen el buen clima», como son «roces entre alumnos que terminan en peleas», «situaciones de acoso leve», «malos modos» con los profesores o «ruido y desorden en los desplazamientos» que terminan siendo una «potencial fuente de conflictividad pues dan lugar a pequeños roces y disputas que constituyen un plus de agresividad en las relaciones entre iguales».

En cuanto al IES de Beade, recogen que la relación entre el alumnado supone «alguno de los conflictos más problemáticos», si bien a nivel general, califican la situación de «buena»; destacando eso sí como altamente frecuentes conductas como «el incumplimiento de normas básicas de comportamiento en el aula» y menos frecuentes pero aún así existentes «fumar en el recinto escolar» o «participar en peleas».

Respecto a esto último, y teniendo en cuenta que la gran mayoría de problemas se resuelven en el propio centro, hay episodios que necesitan de la intervención de Inspección Educativa o, en casos más graves, de la Policía Nacional.

Esto fue lo que ocurrió la semana pasada en el IES Rosais II, donde fue necesario llamar a los agentes tras la agresión entre tres menores en el propio centro. Fuentes consultadas explicaron que, en un primer momento, la pelea se inició entre dos alumnas, y a posteriori, una tercera se sumó a la agresión, golpeando a la misma niña, causándole «lesiones no graves», según fuentes policiales. Desde el instituto vigués, se abrieron sendos protocolos así como otro más por acoso, que conllevan la expulsión del centro educativo, bajo la premisa de evitar, explican desde el centro, que vuelvan a coincidir antes de las vacaciones.

También recientemente, en otro IES de la ciudad se vieron obligados a dar parte a la Jefatura Territorial por el grave comportamiento de un alumno que motivó no solo su expulsión sino su cambio de centro tras la apertura de un expediente. Fuentes consultadas explican que su reiterada conducta y su conflictividad motivaron la situación, ya que este menor había sido identificado con anterioridad por la Policía Nacional a raíz de unos vídeos en los que se ve agrediendo y amenazando a otros menores. Como entonces tenía menos de 14 años, y por lo tanto era inimputable, no se siguió ningún procedimiento contra él.

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