Sin pruebas de ADN contra O Chioleiro: la maleta y el colchón no tienen restos
Sus dos asesinatos previos y la convivencia con la víctima, Carmen Bento, son los indicios que lo mantienen en prisión
El juzgado sigue a la espera de su informe de imputabilidad

Imagen de archivo de O Chioleiro en un juicio en 2006. / GUSTAVO SANTOS
¿El paso del tiempo ha podido borrar todo rastro biológico de la escena de un crimen? ¿O es que el asesino tenía conciencia forense y limpió todos los rastros que podría implicarle? Cuando la Policía Nacional descubrió que la persona que había convivido con una mujer desaparecida desde hace meses, y cuya descripción coincidía con el cadáver hallado en el interior de una maleta, era José Manuel Durán –conocido como O Chioleiro–, pocas dudas surgieron sobre su implicación. Su trayectoria delictiva, con el asesinato de dos mujeres a sus espaldas y una vida repartida entre el psiquiátrico y la prisión; los investigadores confiaban poder apuntalar pronto sus sospechas y atar con pruebas científicas el caso.
Pero por ahora, la acumulación de incidios es lo único que sostiene la causa contra O Chioleiro, ya que los resultados de ADN y de huellas recogidas de la maleta y del colchón ensangrentado que se halló en la pensión de Avenida de Fragoso en la que Durán y la víctima, María del Carmen Bento Domínguez ( una mujer de 60 años natural de Celanova pero que residía en Vigo en situación de riesgo de exclusión social) residieron durante las semanas previas al crimen, no implican a O Chioleiro ya que no se hallaron en ambos restos biológicos del investigado.
Meses abandonada
Previsiblemente el paso del tiempo ha jugado en contra de este caso. Y es que cabe recordar que la maleta estuvo abandona durante meses en un descampado próximo a Balaidos, en la calle Espedrigada, hasta que fue localizado a finales de febrero de 2024.
A Carmen Bento se le perdió la pista casi medio año antes, en septiembre de 2023. La maleta en la que fue hallado su cadáver estuvo varios días en dicha pensión a tenor de los fuertes olores que denunciaron los vecinos y posteriormente trasladada, presuntamente por Durán, hasta el descampado. Las inclemencias del tiempo, altas temperaturas o la lluvia han podido borrar todo rastro biológico que podría implicar objetivamente a Durán.
Sin más diligencias previstas en el caso, el Juzgado de Violencia sobre la mujer nº1 de Vigo sigue pendiente de recibir el informe sobre la imputabilidad de O Chioleiro; es decir, si es responsable penalmente de los supuestos actos cometidos.
Otros crímenes
En su condena posterior, por el asesinato de su amiga Alicia Rey en 2004, los forenses descartaron cualquier eximente al respecto tras llegar a la conclusión de que sus problemas mentales estaban vinculados al consumo de alcochol y él se encontraba ya rehabilitado tras pasar casi 17 años en un centro psiquiátrico penitenciario por el crimen en 1988 de su abuela Celestina Dorrío.
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