El hijo de 11 años del caso del crimen de Baiona se acoge a su derecho a no declarar

Fue testigo junto a su hermano pequeño del asesinato de su madre Beatriz a manos de su padre en 2023: manifestó que no desea contar nada de lo ocurrido

El crimen ocurrió en febrero de 2023 en la vivienda de la víctima.

El crimen ocurrió en febrero de 2023 en la vivienda de la víctima. / Ricardo Grobas

Marta Fontán

Marta Fontán

Vigo

Con la instrucción judicial ya tocando a su fin, una de las diligencias sin duda más delicadas que se ha acordado practicar en el marco de la causa abierta por el crimen machista ocurrido en Baiona en febrero de 2023 fue la de la exploración del mayor de los hijos menores del asesino confeso y de la víctima para que este niño de 11 años de edad aportase su testimonio sobre lo ocurrido aquel día. Él y su hermano pequeño fueron testigos del homicidio de su madre. La diligencia, bajo el formato de prueba preconstituida, se practicó esta semana. Y el menor finalmente se acogió a su derecho a no declarar al estar dispensado para ello por ser hijo, y por tanto familiar directo, del procesado. Manifestó que no desea contar nada de lo ocurrido.

Este crimen ocurrió el 5 de febrero de 2023, cuando Ángel Rodríguez da Costa mató supuestamente armado con un cuchillo y un hacha a su expareja Beatriz Lijó Gesteira a las puertas de la vivienda de la mujer cuando iba a entregarle a los dos niños que tenían en común.

En la modalidad de prueba preconstituida

La prueba en relación con el testimonio del mayor de los hijos, acordada por el titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo a petición de la Fiscalía, se practicó este miércoles. Una prueba preconstituida es aquella que se realiza con todas las garantías de forma que tenga plena validez en el futuro juicio, para que ese testigo ya no tenga que comparecer en la sala de vistas. En este caso el menor se encontraba en dependencias del Imelga únicamente con el psicólogo forense, que fue quien se comunicó con él y el que le iba a realizar las preguntas sobre los hechos a las que finalmente el niño no contestó.

Al mismo tiempo en la sala de vistas del juzgado, conectados mediante videoconferencia con la estancia del Imelga donde estaban el niño y el psicólogo, se encontraban el magistrado, la letrada judicial, la fiscal y los abogados de la defensa y de la acusación particular. También asistió, en este caso por videoconferencia desde el centro penitenciario de A Lama, el propio investigado.

Fue el psicólogo el que trasladó al menor, a petición del juez, su obligación como testigo de decir la verdad, informándole también del contenido de los artículos 416 y 418 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que en su caso le dispensan de la obligación de declarar por ser pariente en línea directa con el procesado. Fue en ese momento cuando el niño se acogió a esa dispensa y dijo que no deseaba contar nada de lo ocurrido, por lo que el acto se dio por terminado.

Esta era la diligencia más importante que restaba por practicar. Todo apunta a que en breve se presentarán los escritos de acusación y de defensa de cara a la celebración del juicio con jurado popular en la Audiencia de Vigo. Con toda probabilidad, esta vista oral se celebrará en 2025.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents