El «ecosistema» de la fotónica crece en Vigo: fabricación, testeo y empaquetado
El nuevo proyecto europeo de la Universidad completará la futura fábrica Sparc y la Cátedra NextChip
Arrancará en el segundo trimestre de 2025 y precisará 20 empleados

Infografía de la planta de semiconductores (Sparc), en el parque tecnológico y logístico (PTL) de Valladares. / Cedida
Las «piezas» del «ecosistema» de fotónica integrada que puede convertir a Vigo en un referente europeo van tomando forma. La Universidad prevé abrir en el segundo trimestre de 2025 la planta de empaquetado experimental financiada con 15 millones dentro de la iniciativa europea PIXEurope. De esta forma, junto con Sparc y la Cátedra NextChip, quedaría cubierta toda la cadena desde la fabricación hasta el testeo y el encapsulado del producto para entregar al cliente final.
PIXEurope, coordinado por el ICFO de Cataluña, es el proyecto elegido por la Comisión para liderar la Línea Piloto de Chips Fotónicos. Y el centro atlanTTic de la UVigo es uno de los 20 socios procedentes de 11 países. «Se va a crear un conjunto de instalaciones por toda Europa, pero funcionando bajo un paraguas común, para generar I+D que luego se transferirá a la industria a través de distintos materiales y elementos de la cadena de valor, desde el diseño hasta el empaquetado del producto. El objetivo es alcanzar una soberanía estratégica», explica Francisco Díaz, coordinador junto con Francisco Soares y CEO de Sparc..

El investigador de atlanTTic Francisco Díaz. / Ricardo Grobas
PIXEurope, coordinado por el ICFO de Cataluña, es el proyecto elegido por la Comisión para liderar la Línea Piloto de Chips Fotónicos. Y el centro atlanTTic de la UVigo es uno de los 20 socios procedentes de 11 países. «Se va a crear un conjunto de instalaciones por toda Europa, pero funcionando bajo un paraguas común, para generar I+D que luego se transferirá a la industria a través de distintos materiales y elementos de la cadena de valor, desde el diseño hasta el empaquetado del producto. El objetivo es alcanzar una soberanía estratégica», explica Francisco Díaz, coordinador junto con Francisco Soares y CEO de Sparc..
«Una parte del proyecto de la Cátedra NextChip, para la que recibimos una financiación de 5 millones, se centrará en el testeo de los chips que luego recibirá Sparc. Y con este nuevo proyecto nos centraremos en el empaquetado. Son dos iniciativas que nos permiten avanzar en el ecosistema que dará lugar a un pequeño germen de una industria en el sector de los semiconductores fotónicos. Vamos dando los pasos para que Vigo sea un polo junto con Barcelona y Valencia», añade.
La UVigo comparte además paquete de trabajo con «actores europeos de primer nivel» como el IMEC de Países Bajos, el mayor centro de investigación en microelectrónica del mundo, o el Instituto Tyndall de Irlanda. «Si todo sale bien, no solo supondrá poner a la Universidad en el mapa europeo de la fotónica, sino que también puede atraer investigación derivada en otros campos. El IMEC factura 2.500 millones de euros al año en I+D y es líder en temas de 5G, 6G o «bio». De hecho, estamos hablando con ellos sobre la posibilidad de abrir una oficina en Vigo para empezar a desembarcar aquí», avanza Díaz.
El empaquetado supone casi el 80% de los costes y constituye «una barrera para que estos productos lleguen al mercado de manera masiva». «Al contrario del electrónico, el fotónico no está estandarizado y cualquier I+D que reduzca costes y permita trabajar a temperaturas y potencias más altas y que además minimice el volumen del chip supondrá un avance», destaca.
«Del chip salen unas conexiones eléctricas y ópticas y todo va encapsulado en unos plásticos que tienen que cumplir unos estándares distintos dependiendo de su aplicación. Una vez que el chip se recibe desnudo hay que añadirle estas conexiones, medirlo, empaquetarlo y volver a medirlo para que cumpla los requisitos del cliente final. Y todo este proceso es lo que vamos a intentar optimizar en Vigo. No solo en la parte física de los materiales, donde utilizaremos metales y polímeros, sino también en la estandarización del empaquetado», detalla.
Los investigadores del QOPHI Lab (Quantum Communication Photonics & integration) de atlanTTic ya disponen de unas instalaciones en el edificio Citexvi del campus, pero la nueva planta requerirá unos 400 m2 a mayores: «Todavía no sabemos si estará en el campus o si tendremos que buscar un espacio con la Universidad cerca de Sparc, en el parque tecnológico de Valladares».
Selección de personal
El proyecto tiene una duración de cinco años, pero se prolongará por otros cinco para abrirse, a través de un catálogo de servicios, a todas las empresas interesadas en ejecutar sus proyectos: «Y, en nuestro caso, podremos mantener la investigación en empaquetado porque España preseleccionó la fotónica integrada como centro de competencia nacional dentro de otra convocatoria europea y dispondremos de financiación basal. Y ahí estamos los mismos socios de PixEurope junto con la Universidad de Málaga».
Se espera que la demanda de circuitos integrados fotónicos crezca un 400% en diez años. Por ahora, los sectores de las telecomunicaciones de alta velocidad, la automoción y el espacio son los que más los utilizan. «Y cada vez irán cogiendo más mercado, pero esto no quiere decir que en el proyecto no desarrollemos también aplicaciones para medicina o robótica si surge el interés de algún cliente», apunta Díaz.
La selección de personal arrancará en enero y gran parte de la plantilla, que estará integrada por unas 20 personas, serán alumnos del curso que la UVigo impartirá el próximo año a través de la Cátedra NextChip. Está abierto tanto a personas con título universitario, como de FP y profesionales en activo y la inscripción puede hacerse hasta el 30 de enero. Colaboran Gradiant, ICFO, Sparc, Keysight y Navantia y los docentes serán expertos «de primer nivel europeo».
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