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Mejorar la atención ginecológica de mujeres con TEA con simulación real

Menela pone en marcha un programa de sensibilización y preparación para estas consultas para usuarias con autismo, en colaboración con el centro de salud de Val Miñor

Una usuaria de Menela se familiariza con un espéculo, en el centro de salud de Val Miñor.

Una usuaria de Menela se familiariza con un espéculo, en el centro de salud de Val Miñor. / Alba Villar

Vigo

Las personas con trastorno del espectro autismo se enfrentan a unas barreras especiales en el entorno sanitario. Y debido a ellas, a veces, las mujeres no tienen una atención ginecológica adecuada. Para contribuir a resolver esta situación, la Fundación Menela ha puesto en marcha un proyecto apoyado económicamente por la Consellería de Sanidade y en colaboración con el centro de salud de Val Miñor.

Las personas con TEA tiene dificultades para identificar su estado físico y emocional, para expresar su malestar o explicar cuándo apareció o su intensidad. Además, no llevan bien que se rompa su rutina, espacios que no conocen, los tiempos de espera... Y tienen respuestas hiper o hipo reactivas a estímulos como el frío del gel que se aplica para una ecografía, la presión que ejerce el espéculo vaginal... Si, además, añadimos recuerdos de experiencias previas desagradables, la situación se puede complicar.

Menela ha puesto en marcha este plan con el objetivo de facilitar el acceso de las mujeres adultas con TEA de su centro de Castro Navas a una prestación ginecológica de calidad. Se trata de un programa de sensibilización y de simulación en contexto real.

Confianza

Antía Fernández, de la Fundación Menela, Elena Lorenzo Llauger, jefa de servicio de Val Miñor y la matrona Daniela Naya Castro, explican que se pretende «establecer un clima de confianza» y, para ello, abogan por que tengan «siempre un profesional referente», que conozcan. Cuentan que se trata de «humanizar el servicio y acercar la atención».

Siempre acompañadas por una persona de la fundación, en una primera visita, no practicarán exploraciones más invasivas a la usuaria, sino que se tratará de una primera toma de contacto, de aproximación y familiarización con profesionales y espacios. Se definirán bien cuáles son los pasos de esas exploraciones y se secuenciarán con pictogramas, que se usarán en un entrenamiento previo en el centro de Menela. Esto servirá para que disminuyan sus niveles de ansiedad y mejore su bienestar. La meta es que se convierta en un «entorno amigable» que le permita «acceder a una atención de calidad».

La doctora Lorenzo Llauger destaca que el programa también supone «una experiencia muy positiva, de aprendizaje, para los profesionales». «Ellas tienen todo su derecho a una atención de calidad y nosotros debemos facilitarla», concluye.

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