La Navidad ha multiplicado por cuatro los turistas portugueses en Vigo durante la última década

El fenómeno de las luces dispara el número de visitantes anuales del país vecino a los hoteles, que se concentra en diciembre

El pasado año la ciudad registró 24.490 portugueses, la cifra más alta de toda España en ese mes

Visitantes en la noria de Vigo.

Visitantes en la noria de Vigo. / Pablo Hernández Gamarra

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

El 1 de diciembre Portugal celebra su fiesta nacional con la restauración de su independencia sobre España, aunque en Vigo el fenómeno es más bien el contrario. El fenómeno de las luces de Navidad ha convertido esta fecha en el día grande de una «invasión» lusa a la ciudad que se prolonga durante todo el mes.

Si entre 2008 y 2019 el número de visitantes del país vecino en los hoteles de la ciudad promediaba unos 2.200 durante las últimas cuatro semanas del año, el fin de la pandemia elevó la cifra a 14.780 personas. Sin embargo, en 2023 llegaría el salto exponencial: 24.490 visitantes portugueses en Vigo, más que en ninguna otra ciudad de España.

Así lo detallan las cifras del Instituto Nacional de Estadística en la Encuesta de Ocupación Hotelera del pasado ejercicio, donde el total ascendió a 83.816 visitantes. En este desglose por meses y países de todos los puntos turísticos del país, la ciudad olívica se sitúa como el cuarto destino más visitado por detrás de Madrid (205.879), Barcelona (123.920) y Sevilla (103.437) y aventajando a Benidorm, Salamanca o Santiago con solvencia.

Este crecimiento supone multiplicar por cuatro las cifras de hace una década, estabilizadas desde principios de siglo entre los 25.000 y los 30.000 visitantes anuales pese a la caída por la gravísima crisis económica del país vecino en 2013.

viajeros W

viajeros W / H. Barreiro

La subida es sostenida en todos los meses del año, consolidándose así el mercado luso como uno de mayor valor que antaño por su perfil y gasto. En el total anual representan el 44% de los extranjeros en la urbe, aunque durante el periodo navideño suponen alrededor de dos tercios.

Conviene recordar que esta métrica del INE no contabiliza a las excursiones de un solo día ni a quienes se hospedan en los más de 1.200 alojamientos turísticos de la ciudad o las plazas del área metropolitana. En definitiva, una muestra pero no la totalidad del gran fenómeno turístico del invierno en la Eurorregión.

La proximidad de la frontera juega un papel crucial para ello, pero no es el único. En diciembre del pasado año los portugueses supusieron el 80% del total de extranjeros en los hoteles olívicos, aunque éstos también están en crecimiento gracias al auge del Camino de Santiago y los congresos. De esta manera, su peso en el total del sector ha pasado del 30% a la pandemia a más del 40% actual.

Los transportes, pendientes

Durante la pasada década hubo otro factor que contribuyó a este despegue: la creación de una ruta directa entre el aeropuerto de Peinador y Lisboa por parte de la TAP. A pesar de que el alcalde de Oporto, Rui Moreira, calificó de «una broma de mal gusto» esta conexión, lo cierto es que el vuelo que desplazó a 70.825 viajeros entre julio de 2016 y octubre de 2018 fue clave para rozar los 40.000 lusos alojados en cada uno de esos años.

Tras las duras críticas del regidor portuense, quien tachó de «miserable» a la terminal olívica, la ruta se eliminó a diferencia de las existentes con las otras urbes españolas más visitadas. De esta manera el coche particular se convirtió en el principal medio para llegar desde el país vecino (y no solo el norte) a ver los 11,5 millones de leds y otros adornos, provocando grandes atascos en los festivos del 1 y 26 de diciembre.

No obstante, el autobús ha sabido aprovechar esa oferta y este año se ha consolidado como alternativa para los cientos de turistas, incluyendo visitas con guías especializados en el fenómeno y la idiosincrasia de la ciudad para no perder detalle. Compañías como Flixbus han detectado un aumento del 25% en las reservas para viajar desde Portugal hacia a Vigo durante estas fechas.

A ello se suma la precaria y compleja situación del Tren Celta. El único servicio ferroviario en la Eurorregión ha perdido dos de las cinco unidades habilitadas para realizarlo y una tercera quedará fuera de servicio en las próximas semanas. Los problemas con el material rodante, la ruptura de relaciones entre Renfe y Comboios y las obras previstas entre Redondela y Tui durante los próximos años hacen que la conexión directa con dos frecuencias diarias por sentido pudiera quedar suspendida durante estas mismas Navidades.

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