Demandan a una comunidad de Vigo para no pagar la renovación de la fachada y les condenan a costas
Los propietarios de un bajo y de un sótano defendían que nos les correspondía entrar en la derrama
Otra viguesa gana a su comunidad y consigue que la indemnicen con 3.000 euros por filtraciones

Las obras de renovación de fachadas están en auge / Noé Parga
El furor para la renovación de fachadas para mejorar la eficiencia energética estaba abocado a una cierta conflictividad entre vecinos; son inversiones grandes en las que es fácil que surjan las discrepancias. Uno de esos casos de diferencias entre propietarios ha llegado a los juzgados de Vigo, con victoria, al menos de momento, para la comunidad.
El conflicto se dio porque los cuatro propietarios de un sótano y de un bajo rechazaban entrar en las derramas para sufragar los casi 300.000 euros —sin contar con las posibles subvenciones— que costaba el proyecto aprobado en la junta de propietarios. Argumentaban, entre otras cosas, que no eran obras necesarias para la conservación, sino de mejora de las prestaciones del inmueble, por lo que estarían exentos de entrar en el pago.
Sin embargo, el Juzgado de Primera Instancia n.º 1, en una sentencia del pasado mes de septiembre, establece que este tipo de trabajos sí entran dentro de la obligación de adecuado mantenimiento del edificio, de forma que «deben ser satisfechos por todos los propietarios sin excepción». «La fachada es un elemento común por antonomasia», subraya la jueza. El fallo, contra el que cabía recurso, impone las costas procesales a los demandantes.
Según un estudio previo encargado por la comunidad, el inmueble, que data de 1960, presenta deficiencias por la mala calidad constructiva de las fachadas y por filtraciones desde la cubierta. El principal problema son las humedades por condensación, aunque en algunos casos también existe entrada directa de agua; los locales de los denunciantes también estarían entre los afectados.

Filtraciones en el interior de una vivienda / Marta G. Brea
El informe indica que la solución sería la instalación de un sistema SATE, después de reparar la fisuras y grietas de los muros. Advierte, además, de que de no acometer esta renovación no pasarían el Informe de Evaluación del Edificio, obligatorio en el Concello de Vigo cada 10 años.
Así pues, la comunidad decidió encargar a otra firma un presupuesto para acometer estos trabajos, que incluyen también revisiones de canalizaciones y cambio de ventanas. En este último caso tendría que asumir el coste individualmente cada propietario que optase por su sustitución. En total, el presupuesto se fija en 299.607,56 euros, que queda aprobado por la junta, supeditado a que se consigan subvenciones públicas.
Mayorías
La votación se resolvió a favor de la obra por una mayoría simple de los presentes, que representaban al 44,8% de las cuotas de participación, mientras que los dueños del bajo y del sótano sumaban el 29,8%.
Esta cuestión es determinante, porque según el tipo de trabajos a acometer son necesarias unas mayorías u otras. En esencia, a la luz de los últimos cambios legislativos, la jueza concluye que las obras de eficiencia energética necesitan solo de una mayoría simple, mientras que si fueran para la mejora de las prestaciones requerirían de una mayoría cualificada de tres quintos.
La sentencia también rechazó otros argumentos de los demandantes, como supuestos defectos formales en la convocatoria de la junta. Además, les recuerda que en esa reunión no se aprobó ningún reparto concreto de las derramas, por lo que en estos momentos no cabe alegar perjuicio por ruina económica. «Aprobada la ejecución de la obra, nada impide a los actores someter a la junta una forma de distribución del gasto más "racional"», esgrime.

Humedades en un edificio / Alba Villar
Una vecina gana contra su comunidad
Otro pleito reciente dirimido en los juzgados vigueses se resolvió en sentido contrario, con fallo favorable a la propietaria de una vivienda que sufría filtraciones provenientes de elementos comunes, como la bajante de agua, la fachada y la terraza. Los desperfectos, que tuvieron que ser reparados con un coste de más de 3.000 euros, afectaban al dormitorio principal, al salón y al baño del piso.
La mujer denunció a su comunidad, que ni siquiera compareció en el procedimiento. El Juzgado de Primera Instancia nº 9 le dio plena validez al informe pericial que presentó y condenó a la comunidad a pagar la factura de las obras más los intereses correspondientes.
Suscríbete para seguir leyendo
- Ryanair cambia de repente su norma de equipaje de mano: estas son las novedades
- Hacienda lanza un aviso: queda prohibido seguir pagando en efectivo estas cantidades a partir de ahora, aunque sea fraccionado
- Más de 200 migrantes residen desde hace seis meses en Mondariz-Balneario: «Nos queremos quedar en Galicia»
- Hallan armas y munición durante la desokupación de un edificio en Vigo en la que participó Dani Esteve y su empresa
- En directo | El temporal Martinho sacude ya Galicia
- El parque natural y gratuito lleno de animales, tirolinas y paseos para desconectar con toda la familia a media hora de Vigo
- Salvador Macip, investigador: 'Ya ha nacido la primera persona que tomará un fármaco contra el envejecimiento
- Un carguero atraca de urgencia en Vigo tras perder decenas de contenedores en el mar