Se cumplió la voluntad de Laura, que ya ha recibido la eutanasia en Vigo: «Que mi caso sirva para hablar de cómo morir mejor»
Recibió la asistencia médica para poner fin a su vida esta mañana en el Meixoeiro
Su solicitud, remitida hace 20 días, ha sido una de las tramitaciones más ágiles en Galicia

Laura Fernández, el jueves, en paliativos del Meixoeiro. / A. B.
Laura Fernández Abalde ha visto cumplida su voluntad: esta mañana recibió la eutanasia. La viguesa, de 67 años y con un melanoma uretral, solicitó hace 20 días el procedimiento clínico para poner fin a su vida y ayer recibió la aprobación. Hoy, ya descansa en paz.
A esta vecina de la parroquia de Beade le diagnosticaron en abril un melanoma uretral. No quiso quimioterapia ni radioterapia. «Cuando el urólogo me dijo que estaba muy mal y tenía mal abordaje, le dije ‘¿Sabe qué? Conmigo para este rollo no cuente» . «Entonces ¿qué quieres hacer?», le preguntó el doctor. Se lo siguieron planteando en las sucesivas fases. «Me encanta, es lo correcto, que decidas tú, no ellos», resaltaba. «Me parecen tratamientos crueles, inhumanos», opinaba la que fue durante años «celadora especial» desde el inicio del Medtec –actual Galaria–, que lleva precisamente el servicio de Oncología Radioterápica en el Chuvi. Así que le dijo al urólogo: «Quiero irme a casita, que estamos en abril, a disfrutar del verano, a arreglar mis papeles, y mis cosas, todo lo mío y luego en septiembre hablamos». La enfermedad le respetó hasta entonces, incluso arregló un tejado, destaca. Hasta el día 20 de octubre, en que aparecieron los dolores. El tumor se le había extendido al hígado y al pulmón.
«La gente es muy reacia a hablar de la muerte, mucho», reflexiona Laura Fernández Abalde. Ella no lo era. Creía que podía ser una influencia de su padre. «Era superoptimista y con lo de la muerte se reía muchísimo», describía. Fue la controversia generada en torno a la de Ramón Sampedro la que le acercó a la lucha de Derecho a Morir Dignamente (DMD). Y el caso de la denuncia contra el anestesista Luis Montes le metió de lleno en ella. «Sufrió una persecución implacable, lo llamaron ‘asesino’. Me cabreé muchísimo», recordaba. Se afilió a esta asociación en 2006 y así fue como esta viguesa se convirtió en una de las primeras activistas en Galicia. Una lucha que ha mantenido hasta el final.
Era media tarde y la luz que entraba por las ventanas del cuarto que Laura ocupaba desde el 24 de octubre en la Unidad de Cuidados Paliativos del Meixoeiro llenaba de calidez la estancia. No es como las demás habitaciones de hospital. Su color, sus vistas, su silencio... Transmite serenidad. «Necesitamos muchas unidades como esta para que la gente muera bien», reclamaba y se deshacía en halagos hacia el personal: «dedicado al cien, amable respetuoso... Una maravilla». «Llegué malísima y aquí me pusieron nueva», relataba.
El día que Laura accedió a la visita que permite este reportaje, el pasado jueves, no tenía dolor. Se lo quitaban con fármacos. Pero ya se pasaba acostada 24 horas. Las fuerzas se iban agotando. «Anímicamente estoy perfecta, pero ya no hablo igual de bien, sobre todo por las mañanas. El cuerpo me dice que ya está. Estoy agotadita. Tengo muchas ganas de acabar ya», deseaba. Escucharla era desgarrador.
Laura presentó la primera solicitud de eutanasia el día 30 de octubre y decidió moverlo en los medios de comunicación cuando empezó a desesperarse con la lentitud del proceso. «La necesito y cumplo las condiciones, que son muy exigentes. Puedo acogerme a ella. ¿Qué problema hay? Que los plazos son muy largos, pero no tanto como dicen los políticos. Se pueden acortan dependiendo de la gravedad de la persona enferma», reivindicaba.
Tiempos
Ella habría querido que fuera antes y DMD defiende que se puede simplificar a 8 días, pero lo cierto es que la suya ha sido una de las más rápidas que se han resuelto hasta el momento en Galicia. Ayer, 19 días después de su solicitud, le comunicaron la aprobación y fijaron la prestación para esta mañana. Y así ha sido. La primera en paliativos del Meixoeiro. No quiso ni misas ni cruces ni flores. Animó a quien quiera gastar en su nombre a que lo haga con un donativo para cultura para el centro social de su parroquia, Beade, en cuyo movimiento vecinal también fue activa.
«Estoy feliz conmigo misma y tranquila con el mundo», aseguraba con voz calmada, pero firme. Garantizaba que no pensaba crear este «tsunami» mediático con su caso. «Si vale para que se hable de que no hace falta sufrir para morir, que la ley es poco eficaz, que los plazos son demasiado largos y que hay que moverse para que mejore, entonces para mí es una victoria enorme».
Los datos de la ley de eutanasia en Galicia
- 75 solicitudes. Desde el 25 de junio en que entró en vigor y hasta finales de 2023 –no hay más datos disponibles–, lo pidieron 75 personas.
- 28 prestaciones. En toda Galicia, se llevaron a cabo 28. En el área de Vigo, según los datos accesibles, es posible saber que hubo una en 2022 y tres en 2023.
- Plazos. En 2023, la media desde la primera solicitud hasta la prestación fue de 65 días –50 en 2022–. El que menos, en 32 días y el que más, en 123.
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