El Cunqueiro investiga una terapia efectiva para la artritis psoriásica y la esclerodermia

La Agencia Estatal de Investigación beca a Reumatología del Chuvi y al Galicia Sur para dar con una nueva diana terapéutica y un biomarcador que prediga el pronóstico de los casos

Equipo investigador.  El investigador principal es Samuel García Pérez (en el medio), que lidera un grupo compuesto por Carlos Rafael , Sara Martínez (a su derecha) y  Beatriz Malvar y Jaime Marty (a su izquierda).

Equipo investigador. El investigador principal es Samuel García Pérez (en el medio), que lidera un grupo compuesto por Carlos Rafael , Sara Martínez (a su derecha) y Beatriz Malvar y Jaime Marty (a su izquierda).

Unos 16.200 gallegos padecen artritis psoriásica. Es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a las articulaciones de personas con psoriasis provocándoles hinchazón, rigidez y dolor. Hay un buen número de medicamentos, pero solo funcionan en un 30% de los pacientes y son agresivos. Incluso pueden provocar incapacidad. La esclerodermia es más minoritaria. La sufren unos 750 gallegos, pero es la enfermedad reumática con mayor tasa de mortalidad y no existe ningún tratamiento eficaz. En el grupo de investigación de Reumatología Traslacional e Inmunología del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur (IISGS) y el Servicio de Reumatología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) cuentan con «datos preliminares bastante robustos» que les han llevado a fijarse en una nueva diana terapéutica con la que se muestran muy esperanzados para tratar ambas enfermedades.

Pero no solo ellos. La Agencia Estatal de Investigación y la Fundación Eugenio Rodríguez Pascual también ven prometedora su propuesta, por lo que han decidido respaldar económicamente sus investigaciones. La primera beca –con un 80% de fondos europeos de desarrollo regional– comenzó en septiembre para probarlo en la artritis psoriásica. La segunda, arrancó antes, en enero, para esclerodermia. En total, disponen de 225.000 euros con los que desarrollarán el proyecto durante tres años. Además, cuentan con el apoyo de las asociaciones de pacientes Asearpo y Avidepo. El investigador principal, el doctor Samuel García Pérez, destaca que su colaboración es «esencial».

La clave de los proyectos de este investigador, que dispone de una beca Miguel Servet, son las semaforinas. Unas proteínas que se ha demostrado que están implicadas en el desarrollo neuronal. Estudios de su grupo y de otros han observado su implicación también en procesos relacionados con enfermedades reumáticas. De hecho, la Sociedad Española de Reumatología (SER) le otorgó el año pasado su premio de mejor estudio de ciencia básica por un trabajo que abría la puerta a un posible nuevo tratamiento para la artritis reumatoide. Descubrieron que los pacientes con esta enfermedad tienen una cantidad menor de lo normal de la semaforina de tipo 3. Administrándola a ratones, comprobaron que estos sufrían la patología con menor severidad.

Ahora van a trabajar con las semaforinas de tipo 4, que las han encontrado en mayor cantidad de lo habitual en pacientes con esclerodermia y artritis psoriásica.

Objetivos

Este es su punto de partida y en el proyecto que desarrollarán hasta 2027 se proponen dos metas. Por un lado, comprobar si midiendo la cantidad de semaforinas tipo 4 se podría predecir la evolución de cada caso. El pronóstico del paciente. Y por otro, si puede servir como diana terapéutica.

En el proyecto, tratarán de bloquear la producción de semaforina 4. Si lo consiguen, comprobarán si están en lo cierto, si mejora la situación del paciente.

No lo probarán con personas. Están en una fase mucho más inicial. Lo harán en ratones y en modelos tridimensionales de tejido articular. Para estos últimos, hacen en el laboratorio una bola o matriz en la que mezclan diferentes células presentes en la articulación. Con ello recrean algo similar a la estructura del tejido sinovial, que es el que recubre la articulación y, cuando hay algún problema, se inflama y duele.

Si los resultados fueran satisfactorios, ya en un proyecto posterior, el doctor García Pérez cuenta que la idea sería desarrollar un anticuerpo con esta misión, que se pueda emplear como tratamiento efectivo en la artritis psoriásica y la esclerodermia. Eso sí. Esta meta todavía tardaría en llegar al paciente. No menos de una década.

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