El Puerto cifra la ampliación del túnel de Beiramar en más de 100 millones de euros

Botana apela al «diálogo de todas las administraciones» para hacer posible este proyecto «tanto desde el punto de vista técnico como financiero»

Caballero se compromete a involucrar al Gobierno central para costear la mitad

Avenida de Beiramar, que se pretende peatonalizar en este tramo

Avenida de Beiramar, que se pretende peatonalizar en este tramo / Marta G. Brea

Los astros comienzan a alinearse para que, después de tantos años hablando sobre la prolongación del túnel de Beiramar, este sea una realidad en un futuro próximo. La Autoridad Portuaria se vuelve a posicionar a favor de la ampliación de esta infraestructura entre la rotonda de O Berbés y la calle Coruña siempre y cuando se logre el consenso de todas las administraciones implicadas y se respeten las exigencias que ponen sobre la mesa los usuarios del puerto: piden un acceso en superficie para los vehículos. La actuación supondría la peatonalización de un tramo ahora gobernado por los coches, que circulan por cuatro carriles.

El presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Botana, destacó que la actuación «puede superar los 100 millones de euros» de coste. «Hay que buscar cómo financiarla. Es una obra de gran complejidad. Además, es una calle que afecta al acceso principal del puerto. Se necesita el diálogo de todas las administraciones debido a su gran complejidad tanto desde el punto de vista técnico como financiero», comentó antes de trasladar que al Puerto le preocupa «bastante» lo que han dicho los usuarios «de garantizar el acceso a los muelles, el paso de piezas especiales, de piezas de gran tamaño que realizan empresas locales y de la zona y que no podrían sobrevivir si no tuvieran ese acceso». «No es un tema menor», apostilló.

Botana también citó la necesidad de efectuar «estudios técnicos para las afecciones que puede tener el cambio climático y cómo resolver esa actuación» para que «no esté afectada por posibles inundaciones o por problemas que pueda haber en el futuro». «Por tanto, yo creo que necesita estudios, necesita diálogo», resumió.

Al respecto de la financiación, fuentes de la Xunta confirman que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, en la reunión que mantuvo a comienzos del pasado verano con el presidente gallego, Alfonso Rueda, trasladó el compromiso de lograr la mitad de la financiación necesaria involucrando al Ministerio de Transportes al tratarse de una avenida de titularidad del Puerto, por tanto, vinculada a Puertos del Estado.

Salida del túnel hacia Beiramar

Salida del túnel hacia Beiramar / Marta G. Brea

El gobierno autonómico aseguró —y reiteró ayer a FARO— que apoyará el proyecto económicamente. Cree que el coste, al igual que el Puerto, puede superar los 100 millones de euros, cantidad estimada a falta de conocerse cómo se ejecutará. Desde San Caetano, también se insiste en la importancia de sacar adelante esta iniciativa con la colaboración de las administraciones y el beneplácito de los usuarios —con los que Rueda se reunió en septiembre— para no perjudicar a un sector que implica a más de 30.000 trabajadores del área de Vigo.

El delegado del Estado en el Consorcio de la Zona Franca, David Regades, preguntado por la posible colaboración económica de la entidad a la que representa, explicó a este periódico que no se trata de una operación sencilla. «Si surge, lo estudiaremos. Podemos verlo, pero no parece fácil, ya que hay un informe del Tribunal de Cuentas al respecto de la obra del túnel ya construido que cuestionó la realización de actuaciones que corresponden a otras administraciones por competencia. Si recibimos algo, habría que ver cómo se puede organizar», sentenció.

Entrada de los túneles de Beiramar junto a la Plaza del Berbés

Entrada de los túneles de Beiramar junto a la Plaza del Berbés / Marta G. Brea

La transformación de la avenida de Beiramar es una tarea que lleva años en la agenda de Caballero. En 2006, como presidente del Puerto, planteó un túnel para peatonalizar la superficie y dinamizarla con un complejo de cristal que acogería el principal centro de negocios del noroeste peninsular, piscina olímpica, pista de hielo, biblioteca, jardín botánico, cines y planetario.

Luego, vio la luz el Plan Nouvel de la mano del regidor, que proyectaba un relleno coronado por un hotel de unos 80 metros de alto. Ha pasado el tiempo y este vial, humanizado por la Autoridad Portuaria —sin restar protagonismo al tráfico rodado—, sigue esperando por un cambio de ADN.

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