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El vigués que obligó a desalojar la Ciudad de la Justicia afronta dos años de prisión

La Fiscalía acusa a este hombre de delito de desórdenes públicos por vaciar un extintor en plena sala de vistas y provocar retrasos en numerosos juicios

Un denunciado se enfada, vacía un extintor y obliga a desalojar la Ciudad de la Justicia de Vigo

FDV

Marta Fontán

Marta Fontán

Vigo

Un delito de desórdenes públicos en concurso ideal con otro de obstrucción a la Justicia. Así ha calificado la Fiscalía el insólito incidente ocurrido la mañana del 5 de octubre de 2023 en la Ciudad de la Justicia, cuando R.T.R., un exvendedor de cupones con graves problemas visuales bastante conocido en Vigo por recorrer la ciudad en bici y grabar documentales, llenó toda una sala de vistas con el polvo blanco de un extintor, provocando que saltara la alarma antiincendios del complejo y que numerosas personas saliesen a la plaza. Lo ocurrido no solo derivó en este desalojo, sino que también motivó la suspensión parcial de numerosos juicios.

Junto al delito de desórdenes públicos, el fiscal acusa de delito leve de lesiones y pide para el acusado, al que aplica una eximente incompleta de anomalía psíquica, 2 años de cárcel, multa de 4.320 euros y 3 años de libertad vigilada con la obligación de seguir un tratamiento médico. Los hechos, que irán a juicio mañana en el Juzgado de lo Penal número 1, ocurrieron en la sala de vistas 32 de la tercera planta, la del Juzgado de Instrucción número 7. Tras la suspensión de un juicio en el que el acusado tenía la condición de denunciado, éste, enojado, desprecintó un extintor previsto para emergencias de los que hay en los pasillos y se dirigió con él al denunciante.

Decenas de personas, a la espera de acontecimientos en el exterior del edificio

Decenas de personas en el exterior del edificio / M. F.

Alarmas de seguridad de varias plantas

«El acusado, atentando contra la Administración de Justicia con el fin de menoscabar la integridad y la libertad de la víctima, le roció con el extintor en la cara diciendo que iba a haber fuego», se describe en el escrito de acusación. La activación de las alarmas de seguridad desde la planta baja hasta la tercera del gran edificio provocó que jueces, fiscales, abogados, procuradores, funcionarios, usuarios... saliesen a la calle al temer que hubiese un incendio.

Numerosos juicios sufrieron retrasos. Además de los previstos en la sala donde ocurrió todo, la de Instrucción 7, hubo que interrumpir las vistas que se celebraban en otros tribunales, como en Penal 2, Penal 3, Instrucción 1 o en los juzgados de lo Social 3 y 5. Y el hombre contra el que el acusado dirigió el extintor sufrió irritación en las vías respiratorias, motivo por el que el fiscal pide que sea indemnizado con 50 euros.

El fiscal interesa que se beneficie al acusado con una eximente al indicar que, debido a un trastorno orgánico de personalidad, esa mañana sufrió un episodio de alteración de conducta que «pudo mermar de manera grave» sus capacidades volitivas.

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