Más de 32.000 motos circulan por Vigo, récord histórico tras dos décadas al alza

Vigo es el paraíso para los motoristas. Un simple paseo por el centro de la ciudad permite apreciar la cantidad de vehículos de dos ruedas que hay por las carreteras. Sin ir más lejos, según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), hay 32.028 motos circulando por Vigo, una cifra en la que no están incluidos los ciclomotores. Nunca en la historia de la ciudad había habido tantas. Y es que en las dos últimas décadas la cifra no ha dejado de crecer hasta llegar a los datos actuales, que reflejan que al menos uno de cada diez vigueses tienen una moto. Concretamente, hay 12.000 más de las que había por ejemplo en el año 2010.

El año pasado, sin ir más lejos se registraron en Vigo 1.431 matriculaciones de motocicletas, es decir, casi 1.500 nuevas circulando por las calles. Hay que apuntar, además, que por lo general se trata de motos de gran cilindrada, superando en muchos casos los 125 cc, es decir, se compran las que tienen más potencia. Vigo es la ciudad de Galicia con un mayor número de motos por las calles. Y precisamente no a poca distancia de las otras urbes, doblando el año pasado en nuevas matriculaciones a A Coruña, que registró únicamente 654.

Una de las claves para entender este auténtico bum es la facilidad que el Concello ofrece a las dos ruedas. La ordenanza municipal de circulación autoriza, aunque con matices, su aparcamiento en las aceras siempre que tengan más de 5 metros de anchura y el estacionamiento pueda hacerse en semibatería, y siempre a una distancia inferior a cincuenta metros del bordillo para que no dificulte el tránsito de peatones.

Otra de las claves para entender por qué los vigueses apuestan por las motos es para evitar los imponentes atascos que se viven en temporada alta, especialmente durante la Navidad, y que a dos ruedas son sencillos de superar. Además de saltarse las colas y las facilidades para aparcar, hay otros factores que explican la querencia de los vigueses por las motos. Por ejemplo, su precio, considerablemente menor que el de los turismos, y su menor consumo de combustible.

Todo ello explica que cada vez más conductores de la ciudad apuesten por este tipo de vehículos para moverse. Y los datos lo corroboran.

En los últimos años, por otro lado, el Concello ha implementado carriles especiales para motos y bicicletas, permitiendo su circulación en algunos carriles destinados a autobuses y taxis. Además, ha utilizado pintura antideslizante en los pasos de peatones para prevenir accidentes y ha creado espacios adelantados en los semáforos, lo que facilita la maniobra de los motoristas y mejora su seguridad.

Entre las iniciativas más valoradas por la comunidad motera se encuentra la instalación de barreras protectoras por parte del gobierno local. Esta medida consiste en añadir una segunda plancha paralela y situada por debajo de los guardarraíles, diseñada para proteger a los motoristas en caso de caída. Así, se evita que un motociclista se deslice hacia el guardarraíl y termine colisionando con los postes de sujeción, lo que podría provocar lesiones graves.

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