Tres condenados por contrabando de tabaco incautado en una furgoneta y en una nave

El operativo policial en Porriño y en una zona forestal de Mos que derivó en penas mínimas de cárcel se remonta a 2012, hace más de una década

Marta Fontán

Marta Fontán

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha ratificado las penas de prisión impuestas a tres hombres por delito de contrabando de tabaco en relación con unos hechos que se remontan ya a 2012, hace más de una década, y que ocurrieron en las localidades de Porriño y Mos. El principal condenado, que reconoció los hechos y consignó en el juzgado la suma de casi 40.000 euros, fue sentenciado a un año de cárcel y al pago de una multa de 69.378 euros, mientras que a los otros dos, que cuando ocurrió todo estaban domiciliados en la provincia de Lleida, en las proximidades de la frontera con Andorra, se les impuso a cada uno cuatro meses de prisión y multa de 19.474 euros. En concepto de responsabilidad civil, la indemnización para la Agencia Tributaria asciende a 76.900 euros.

La sentencia inicial confirmada por el órgano provincial, dictada por el Juzgado de lo Penal número 2 de Pontevedra, recoge como hechos probados que el 18 de abril de 2012 los dos vecinos de Lleida viajaban con una furgoneta, alquilada el día anterior en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), la cual iba cargada con 17.500 cajetillas de tabaco de la marca Austin Red que carecían de los precintos reglamentarios. Contactaron con el otro acusado para depositar dicho tabaco, pero antes de llegar al lugar convenido el vehículo fue interceptado por el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), siendo detenidos los dos ocupantes del mismo, si bien el otro implicado logró huir del dispositivo policial.

Este tercer hombre, el único de los tres que confesó los hechos, acabó siendo arrestado en otro operativo llevado a cabo el 11 de julio de ese mismo 2012. Esa noche un varón se presentó en las inmediaciones de una discoteca de Porriño en un Volkswagen Golf y allí se reunió con el acusado para que le suministrase tabaco de contrabando para revender a terceros. Este último lo dejó allí esperando, cogió el vehículo y se fue hasta una nave ubicada en una zona forestal de Mos para cargar la mercancía. Allí, en dicha nave, fue arrestado por los agentes, que incautaron el tabaco de contrabando. Contra la sentencia de la Audiencia, emitida el 20 de mayo, aún cabía recurso ante el Tribunal Supremo.

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