El renacer de lo clásico

Las tiendas de ropa de segunda mano experimentan un momento de auge, donde la demanda crece cada vez más

Interior de la tienda de ropa
“vintage” Rayo Verde.  | // ADRIÁN IRAGO

Interior de la tienda de ropa “vintage” Rayo Verde. | // ADRIÁN IRAGO

Uxía Lamas Simón

En un mundo que a menudo busca lo nuevo y lo efímero, la moda vintage se alza como un faro de elegancia y autenticidad. Las tiendas de segunda mano han visto un resurgimiento en el interés por estas piezas atemporales, donde cada prenda cuenta una historia única y se convierte en el testimonio del estilo de épocas pasadas.

Este renacimiento no solo celebra el diseño del pasado, sino que también responde a una creciente conciencia sobre la sostenibilidad. Así, el encanto del vintage se reinventa, ofreciendo a los amantes de la moda una forma de conectar con el pasado mientras abrazan un futuro más consciente.

El planeta y la sostenibilidad son motivos destacados para los compradores a la hora de decidirse por este tipo de prendas. Así lo destaca Alejandra Cabral, de Rayo Verde. “Se nota que la gente ahora está más concienciada con el planeta y les gusta la ropa vintage, en especial a gente súper joven”, explica.

No solo el planeta y la concienciación son motivos para decantarse por ropa de segunda mano. La historia y la calidad de las prendas hacen que su compra haya aumentado en los últimos años. “Hay cosas que tienen 20 años y siguen igual, no es como ahora que la ropa está programada para usar y tirar. Todas las grandes empresas juegan con eso, con la obsolescencia, el fast fashion. La ropa vintage es más duradera”, dice Alejandra. Ana, de Weena Vintage, coincide diciendo “la calidad y la originalidad de las prendas son algunas de las razones que más motiva a comprarlas, hemos visto que se ha normalizado su compra en los últimos años”.

En un mercado de la moda que a menudo parece dictar precios elevados por las últimas tendencias, la ropa vintage emerge como un respiro refrescante para los amantes del estilo. No solo ofrece la oportunidad de lucir prendas únicas y con carácter, sino que también se presenta como la opción más económica. Al optar por piezas de décadas pasadas, los compradores pueden disfrutar de la moda sin comprometer demasiado su presupuesto, haciendo de cada compra una inversión en estilo y sostenibilidad. “Hay marcas que a lo mejor los chavales en una tienda normal no se pueden permitir y en una tienda vintage siempre puedes encontrar algo mejor de precio. Un pantalón de 100 o 200 euros en una tienda vintage a lo mejor te cuesta como mucho 40 o 60 euros”, comenta Alejandra. “Aquí se pueden comprar prendas a la moda mucho más económicas que en tienda normal”, resalta Ana.

Son muchas las tendencias y las épocas de la historia de la moda que se pueden encontrar en estas tiendas, pero existe claramente una tendencia a una época en concreto. “Las más populares ahora mismo son las que encajan en el estilo años 2000, camisetas tipo fútbol o prendas de marca”, explica Ana. En Rayo Verde las prendas más vendidas son “pantalón tipo cargo con bolsillos, chaquetas deportivas tipo chándal de Adidas, la época de los 2000 y de los 80 también están bastante de moda ahora mismo”, cuenta Alejandra.

En los últimos años, las tiendas vintage han visto un cambio interesante en quiénes compran. Antes, eran principalmente personas mayores las que buscaban ropa de épocas pasadas, pero ahora son los jóvenes quienes están al frente. “Ahora el perfil del cliente que compra ropa de segunda mano es de 15 años, súper jóvenes, hasta los 30 o así. Antes compraba gente mucho más mayor, ahora todo está hecho para jovencitos”, continúa Alejandra.

Estos jóvenes buscan ropa única y diferente, y la moda vintage les permite mostrar su estilo personal. Además, les gusta la idea de reciclar y ser más sostenibles en sus elecciones de moda. Por eso, las tiendas vintage se han vuelto muy populares entre la nueva generación que quiere destacar y ser original.

Con la fundación de las aplicaciones de venta Vinted en el año 2008 y Wallapop en 2013 se produjo el primer resurgir de la ropa de segunda mano. Ahora, las redes sociales como Instagram o TiktTok favorecen el auge de estas prendas mediante publicidad o los influencers. “Hay muchas tiendas online de second-hand, TikTok e Instagram son redes muy potentes donde hay miles de tiendas de rollos vintage”, comenta Alejandra.

Comprar ropa antigua o de segunda mano no solo es una forma de expresar un estilo único y personal, sino que también contribuye a la sostenibilidad del planeta al reducir el desperdicio textil y la demanda de producción masiva. Al elegir prendas con historia, no solo estamos dándole una segunda vida a la moda, sino que también apoyamos la economía circular y fomentamos un consumo más consciente. Así, cada pieza se convierte en una elección que refleja no solo nuestro gusto, sino también nuestro compromiso con un futuro más responsable y ecológico.

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