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Niegan permisos penitenciarios a un miembro de la mafia italiana que tiene una hija en Vigo

Encarcelado desde hace 17 años en A Lama, el reo acumula condenas por asociación armada, extorsión y homicidios, uno de ellos consumado

Exterior de la cárcel de A Lama (Pontevedra).

Exterior de la cárcel de A Lama (Pontevedra). / RAFA VÁZQUEZ

Marta Fontán

Marta Fontán

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional rechaza conceder permisos penitenciarios a un miembro de la mafia italiana que cumple condena en A Lama. Padre de una joven residente en Vigo que cuenta en la actualidad con 17 años de edad, los mismos que él lleva encarcelado, la Sala de lo Penal le deniega el beneficio por haber protagonizado una “auténtica actividad delictiva grave” en el marco de una organización “de gran peligrosidad” que opera mayoritariamente en Italia, aunque admite que “es el momento de considerar la procedencia de establecer formas controladas de contacto con el exterior penitenciario”.

Al respecto, el auto tiene el voto particular de uno de los magistrados, el presidente del tribunal Francisco Javier Vieira Morante, que se opone a que el reo tenga permisos a corto plazo. Lo ve “absolutamente prematuro” por su “reticencia” a asumir su responsabilidad delictiva: no deben dársele “falsas expectativas” hasta que “cambie significativamente de actitud”.

El interno debe cumplir 29 años y 24 días de cárcel –finalizarán en 2035– tras la refundición acordada por la Fiscalía ante el Tribunal de Apelación de Nápoles por condenas de pertenencia a asociación armada, extorsión agravada para favorecer a asociación mafiosa, homicidio –uno consumado y otro intentado–, robo o tráfico de drogas.

Su defensa alegó el tiempo que lleva en prisión, su “buena conducta”, que está arrepentido, que carece de sanciones y que cuenta con apoyo de su familia y un domicilio donde disfrutar del permiso: tiene una hija en Vigo. Frente a ello, la Audiencia Nacional deniega en el momento actual este beneficio y el magistrado que emitió el voto particular va más allá porque el reo no asume su responsabilidad: al principio negó pertenecer a ninguna organización y, aunque avanzó en esto, lo hizo con “baja autocrítica” siendo “ambivalente y ambiguo”. Y aunque cuenta con apoyo de la familia de su hija, no tiene autorización de residencia.

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