El Chuvi, a las puertas de bajar por primera vez de los 3.000 nacimientos anuales

Solo tres municipios del área sanitaria de Vigo tienen una tasa de natalidad superior a la media española: Salceda, O Rosal y Porriño

La ciudad olívica, por debajo de la gallega en fecundidad

Niños nacidos en el Cunqueiro celebrando uno de sus aniversarios

Niños nacidos en el Cunqueiro celebrando uno de sus aniversarios / José Lores

En la maternidad más grande de Galicia, la del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), hasta el domingo, habían nacido 2.756 bebés. Faltan 244 para alcanzar el umbral de los tres mil, pero todo apunta a que no lo logrará porque tendrían que nacer unos doce niños al día, en un año en el que esta media se ha quedado en ocho. Tras desplomarse el número de recién nacidos en un 24% en una década –entre los 4.178 de 2012 y los 3.162 de 2022–, la caída no frena y parece que volverá a marcar un nuevo hito en negativo.

La del Hospital Álvaro Cunqueiro es la maternidad de referencia para 26 municipios del sur de la provincia de Pontevedra, los que componen el Área Sanitaria de Vigo. La mitad de ellos tienen una tasa bruta de natalidad –el número de nacimientos por cada mil habitantes– por encima de la media gallega, que ha caído algo más de dos puntos en una década hasta los 5,49 alumbramientos por millar de empadronados, según los últimos datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), de 2021. Pero solo tres superan la media española, que está en 7,1. Son Salceda de Caselas (8,52), O Rosal (7,66) y Porriño (7,57).

Una de las razones de que descienda la natalidad es que cada vez hay menos mujeres en edad fértil. Y, además, estas tienen menos hijos. En Galicia, la tasa general de fecundidad ha caído casi siete puntos en una década –de los 34 nacimientos por cada mil féminas en edad fértil de 2011 a los 27,4 de 2021–. Son doce los concellos del área sanitaria que la superan, pero solo cuatro los que también están por encima de la española (32,25). Son los mismos que lideran la tasa bruta de natalidad –O Rosal, con 39; Salceda, con 37; y Porriño, con 33– y se suma Salvaterra do Miño.

La ciudad

La ciudad de Vigo, que aporta tres quintas partes de la población del área sanitaria, ha sufrido un descenso de ambos indicadores a mayor ritmo que en el conjunto de Galicia. Aún está por encima de la media de la comunidad en natalidad bruta –5,83 nacimientos en 2021 por cada mil habitantes–, pero por poco y procedía de una mejor posición. En tasa global de fecundidad, en cambio, la urbe olívica (27,09) ya está peor que la media gallega, tras caer nueve puntos en una década.

nacimientos chuvi W

nacimientos chuvi W / Hugo Barreiro

“La situación de la natalidad en Galicia es especialmente grave y estamos hablando del área [la de influencia laboral y económica de la ciudad] más dinámica de la comunidad”, destaca José Francisco Durán, profesor de Sociología de la Universidad de Vigo, que apostilla que es un problema “que viene de muy atrás y que se puede ver acentuado puntualmente”.

Analiza que es un problema multifactorial, con motivos tanto sociales como políticos. Explica que han cambiado las razones por las que alguien quiere tener hijos. “Antes se proyectaba sobre ellos lo que los padres querían, una esperanza de que fueran mejores”, señala y lo vincula a una idea de movilidad social. “Pero todo eso ya desapareció. Ahora son motivos más afectivos, se busca que primero sean felices, y por eso no los tienen hasta que sus condiciones son muy favorables y, además, después de haber tenido sus vivencias: viajar, disfrutar de la juventud...”, desarrolla Durán.

A todo esto suma la paulatina desaparición de las redes familiares de apoyo en los cuidados y la colocación del trabajo como la principal prioridad. “Lo demás es secundario”, enfatiza Durán.

Este experto en Sociología reprocha que, a pesar de lo preocupante de la situación, “es una cuestión que no se aborda seriamente desde la política”. Entre otras cosas, lo atribuye a que las medidas de promoción de la familia se asocian a la posiciones conservadoras. Destaca que tener hijos es “un bien para toda la sociedad” por lo que llama a “proteger a las personas que quieren”.

Embarazos con más riesgos

A parte de la preocupación que genera el envejecimiento de la población, fuentes del servicio de Obstetricia explican que este descenso en el número de nacimientos no supone una menor carga de trabajo. Recuerdan que, al mismo tiempo, se está produciendo un retraso en la edad de maternidad. Cuentan que embarazadas de 40 o más años son ahora habituales, mientras que las de menos de 25 son cada vez menos frecuentes. Resaltan que esto se traduce en gestaciones con más factores de riesgo asociados. Entre otras cuestiones, se han elevado las inducciones de partos, lo que consume más recursos.

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