Suena el teléfono en la central de la Jefatura de la Policía Local. Atendiendo al millar de llamadas que recibieron en solo un año por casos de violencia de género, las posibilidades de que se trate de una denuncia o alerta ante un nuevo episodio son notables. Una patrulla es la primera en llegar al lugar de los hechos, que procede a entrevistarse con la víctima y el presunto agresor. Analizan el contexto, si es en un domicilio particular alertan de la presencia de hijos, en ocasiones menores de edad; si es en la vía pública posibles testigos, y perciben la idoneidad y oportunidad de la detención, siempre ponderando la seguridad de la mujer y su familia.

Papel de los agentes

Sus ojos y oídos son, a su vez, los mismos ojos y oídos que los de la Fiscalía, órgano encargado de llevar a juicio al supuesto maltratador. “Aunque no haya denuncia ni declaración de la víctima, lo que va ha visto y escuchado el agente es fundamental y suficiente para que el fiscal formule acusación”. Así de contundente se muestra la fiscal jefe del área de Vigo, Susana García-Baquero sobre el papel de los agentes en los procesos en materia de violencia sobre la mujer. Y es que su participación no se limita solo a la detención del agresor, sino al papel que juegan en el recorrido judicial del proceso penal.

Organizadores, ponentes y asistentes a estas charlas sobre violencia sobre la mujer. | // A. VILLAR

Vulnerabilidad

Por ello, la Policía Local acoge unas jornadas formativas obligatorias para todos los agentes impartidas por la Fiscalía sobre la violencia contra la mujer en múltiples ámbitos: pareja o expareja, ámbito laboral, familiar, de acoso, en la vía pública, en las administraciones y también haciendo hincapié en aquellas mujeres en situaciones más vulnerables como son ciudadanas extranjeras en situación irregular. Abordan también las novedades legislativas en los delitos contra la libertad sexual, la protección de los menores o las diligencias iniciales y primeras actuaciones.

Primera intervención

Y es que tal y como explica el intendente y jefe de la Policía Local Alberto Carballo, las intervenciones en esta materia son “en las que somos requeridos más directamente”. “La primera intervención es la del patrulla, eso requiere que obligatoriamente tengan que tener conocimientos específicos en esta materia. Todo el mundo se puede leer una ley o un protocolo, pero al final es en el juzgado donde se va a decir si la intervención fue la correcta o no; al final ahí es dónde se decide todo”, explica Carballo.

Sin denuncia de la víctima

Precisamente es esta continuidad del caso lo que más dudas genera entre lo agentes, cuestiones en las que centra su discurso la fiscal Susana García-Baquero. “Muchas veces la violencia de género tiene los prejuicios o estereotipos de que si la mujer no denuncia no vamos a ningún sitio, o que esto sucedió en el ámbito familiar no hay testigos, no hay prueba, y no se dan cuenta de que, de oficio, aunque no haya denuncia ni declaración de la mujer lo que tú como agente de policía has visto u oído es fundamental y suficiente para que el fiscal formule acusación. Ya se verá en el juicio oral pero no hay que poner tanto el peso en la denuncia de la mujer sino en su actuación”, especifica la fiscal jefe de Vigo.

Testigos preferentes

Directamente, reconoce García-Baquero, que los agentes son “testigos preferentes en un juicio”. “Es importante que conozcan, y cada vez lo hacen más, su función en el proceso penal”, aclara.

La detención en sí o los sistemas de protección a la mujer también están entre sus inquietudes. “Ponderar este tipo de actuaciones es difícil, hay un derecho fundamental que es la libertad y tienes que andar con pies de plomo, y por otro lado está la seguridad de la mujer y su familia que si lo dejas en libertad puede volver a hacer daño… y no hay que olvidarse también de la protección a los menores o incluso a la nueva pareja de la mujer que también puede sufrir ataques”, concluye la fiscal.