Cualquier parecido con la realidad actual será pura coincidencia. O eso es lo que buscan los nuevos dueños del Hotel Bahía, el grupo Ferreiro Properties S.L. –del compostelano Rafael Ferreiro– con la reforma integral que plantean para el icónico edificó. Será en la segunda quincena de enero cuando está previsto que arranque este proyecto de mejora, rentabilización, modernización y eficiencia del edificio, un emblema de la fachada marítima viguesa desde su inauguración hace más de 50 años, en 1970.
Según un informe técnico y el informe arquitectónico de la sociedad aportado al Juzgado de lo Social nº 2 de Vigo a consecuencia del proceso de despido colectivo de los empleados del área de restauración y hostelería, se plantea o propone como idea la remodelación de la segunda y tercera planta del hotel, en concreto 1.730 m2 –960 y 770 m2 respectivamente que se encuentran infrautilizadas con salones, cocinas abandonadas y cámaras frigoríficas– , que se corresponden con la zona de restaurante, cafetería y eventos, que cerraría para dar espacios a nuevos fines como “alojamiento, spa, gimnasio... transformando dichas plantas”, lo que permitiría obtener según el informe del arquitecto recogido en la sentencia laboral “en torno a 41 habitaciones adicionales”.
Y es que por aquí pasa uno de los pilares del nuevo modelo de gestión del hotel: el cierre del servicio al público de la actividad de restauración y cafetería, con la consiguiente amortización de los puestos de trabajo, con el objetivo de mantener la viabilidad del negocio. En este punto hay que tener en cuenta que la empresa realizaba dos actividades claramente diferenciadas, la propia del hotel y la de restaurante y cafetería. Mientras la cuenta de explotación de la actividad de hospedaje “es positiva todos los años”, la segunda “esa negativa, generando pérdidas recurrentemente a lo largo de los año”, siempre según la señalada sentencia.
Recurrido al TSXG el fallo que da la razón a la empresa en los despidos
El Juzgado de lo Social nº2 de Vigo desestimó a finales de junio la demanda de un cocinero del Bahía en el proceso de despido colectivo por el cese de la actividad de restauración del hotel. La empresa, según el magistrado, acreditó “sobradamente” las causas económicas que justificarían la viabilidad del negocio, en base a la memoria presentada y a los informes técnicos y arquitectónicos para proceder a la reforma.
La representación del trabajador ya interpuso un recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) en base a la falta del proceso due diligence. Esto es, cuando el grupo Ferreiro adquirió el hotel a finales de 2022 realizó una auditoría externa para contrastar que los datos facilitados por la parte vendedora eran reales.
En esta causa laboral, el abogado del trabajador lo requirió pero le fue denegado por la empresa.
La actividad de restauración desde el ejercicio 2019 “se encuentra en continuas pérdidas”, mermando la capacidad del hotel “para generar flujos de caja suficientes para hacer frente a las inversiones necesarias para la modernización del mismo, encaminadas a favorecer la transición energética y la transformación digital”.
Tanto es así, que para llevar a cabo dicha reforma fue necesario cortar de raíz con esta actividad de restauración. La actuación de mejora, según confirmaron en septiembre diferentes fuentes a FARO, se prolongará 15 meses, por lo que, si se cumple el calendario previsto, este complejo reabrirá rejuvenecido en la primavera de 2025, también la fachada, cuyos clásicos azulejos de color azul serán sustituidos. El Concello ha recibido un anteproyecto, no el definitivo, y al menos tres UTE (unión temporal de empresas) aspiran a presentarse a la actuación. El objetivo es llevar a cabo una reforma completa: se va a desnudar por dentro y también se ejecutará un lavado de cara de su parte exterior; otro cometido es potenciar la eficiencia energética. La inversión que estima el sector hotelero, a la espera de conocer las cifras concretas de la reforma, supera los 10 millones de euros.
Según resulta del informe técnico al que hace referencia la sentencia del Juzgado de lo Social nº 2 presentado por la sociedad durante el periodo de consultas, el Hotel Bahía es “un hotel viejo, un edificio de 52 años, que requiere de una reforma integral tanto en instalaciones como en diseño, reformas estructurales y actualización del propio concepto de hospedaje adaptado al siglo XXI”. ¿El objetivo? Recuperar la ocupación hotelera que ha sufrido una evolución negativa en los últimos ejercicios. En la sentencia, tras analizar el magistrado “los datos que resultan del informe técnico”, resulta que en los últimos cuatro años, la ocupación media cayó 16 puntos, pasando del 76,18% en 2019 a cerrar el 2022 en un 60,71%.
En resumen, la finalidad de la nueva sociedad al frente del Hotel Bahía pasa por un “cambio sustancial” en la forma de organizar todo el método de trabajo externalizando un servicio –el de restauración– para reducir costes y para permitir utilizar instalaciones que permitan ofrecer nuevos servicios que hagan “más atractiva” la oferta hotelera para incrementar la ocupación.