Los jueces ordenan bloquear al año cientos de cuentas bancarias por estafas

Cada juzgado recibe de media a la semana entre tres y cuatro denuncias por engaños vía internet o por robo

La baja cifra de efectivos policiales dificulta la resolución de los caso

INTRODUCCION DE UNA TARJETA DE CREDITO EN UN CAJERO AUTOMATICO.

INTRODUCCION DE UNA TARJETA DE CREDITO EN UN CAJERO AUTOMATICO. / Rafa Vázquez

Los delitos de estafas, tanto los cometidas por Internet, WhatsApp, páginas de compraventa, cuentas bancarias falsas o con la sustracción de las tarjetas de crédito, están a la orden del día en los diferentes juzgados de Instrucción de Vigo. De media, cada uno de estos ocho órganos, recibe la friolera de entre 3 y 4 denuncias a la semana; lo que se traduce en más de un millar de casos al año. “Siempre tenemos un procedimiento para minutar de esta naturaleza en la mesa”, explica una de estas magistradas. Si bien lograr que la víctima pueda recuperar el dinero es realmente complicado, desde el juzgado sí se realizan el trámite pertinente para este fin o al menos para que los estafadores no continúen llevando a cabo esta actividad delictiva: el bloqueo de la cuentas.

Oficios a los bancos

Cada vez que reciben un atestado, los y las juezas envían sendos oficios a las entidades bancarias para ordenar el bloqueo de las cuentas en las que los estafadores pedían remitir pagos de diversa cuantía. “Es un trabajo muy poco agradecido, porque habitualmente el dinero estafado ya no está en la cuenta, o la cantidad que hay es irrisoria. Normalmente estos grupos abren una cuenta nueva por cada estafa que realizan, y pueden llegar a ser cientos las víctimas. Al año podemos llegar a bloquear decenas y decenas de cuentas”, explica esta misma magistrada de Vigo.

balance criminalidad W

balance criminalidad W / Hugo Barreiro

Rastreo de las IP

Y es que una vez inhabilitada la cuenta, el trabajo de rastreo de la IP desde la que se ha originado la estafa también es complejo. Normalmente, siempre según explican estas fuentes judiciales, emplean terminales internacionales cuyo origen se acaba perdiendo entre las múltiples empresas pantalla que emplean para acometer el delito. “Rastrearlo es muy complicado, tanto para nosotros como también para el grupo de la Policía Nacional que se encarga de la investigación”, amplía la jurista.

Pocos efectivos

Y es que si bien en Vigo la cifra de estafas o ciberestafas se ha multiplicado, la cifra de medios humanos para la resolución de los casos continúa estable. Concretamente, la Comisaría de Vigo, según fuentes oficiales, cuenta con un único grupo encargado de estos casos, el grupo de estafas de la Policía Judicial, integrado por entre 8 y 10 agentes. Solo ellos investigan las 1.868 estafas informáticas que según el Ministerio del Interior se contabilizaron en Vigo a lo largo del año 2022; 1.277 llevamos ya en los seis primeros meses de este año 2023, según el último balance trimestral de criminalidad de Interior.

Tipos delictivos

Desde los juzgados explican que la variedad de delitos de estafas son infinitas: desde las telemáticas –anteriormente citadas–, a los engaños haciéndose pasar por familiares en apuros, el conocido como “phishing” en el que los estafadores simulan ser miembros de una compañía dando apariencia de veracidad o incluso relacionadas con las criptomonedas. También destacan los robos de tarjetas bancarias con las que se realizan compras y cargos fraudulentos a las mismas.

Cobros por cerrar la cuenta

Recuperar el dinero semeja en estos casos para la víctima, como ya se indicó, es sumamente complejo. Pero lo más paradójico es que incluso puede costarle dinero al propio juzgado. Así le ocurrió al Juzgado de Instrucción nº 1 de Vigo, en el que meses después de que la magistrada titular ordenase el cierre de una cuenta bancaria que había sido empleada supuestamente para acometer un delito de estafa, desde el banco se le reclamaba al juzgado los costes del cierre de la misma que ascendían a poco más de 10, 05 euros.

Phishing

En otras ocasiones sí es posible recuperar el dinero pero debido a la mala praxis de la entidad bancaria. Así ocurrió este pasado mes de septiembre cuando el Juzgado de Primera Instancia nº 3 de Vigo ha condenado a una entidad bancaria a reintegrar 30.600 euros más intereses a dos jubilados y a su hija víctimas de “phishing”, un modelo de estafa bancaria por la que terceros simulan ser un alto cargo de la empresa solicitando sus credenciales y contraseñas para acceder a las cuentas y hacerse con el dinero sin levantar sospechas.

El juez estimó íntegramente la petición de los demandantes al considerar que el banco “no adoptó medida de protección alguna” a la hora de detectar posibles operaciones fraudulentas. Señala que no se puede concluir que la entidad “haya agotado” sus deberes de diligencia al respeto y, por lo tanto, debe responder del perjuicio causado.

El estafador vigués con 350 víctimas

Transcurrido casi año y medio desde el inicio de la investigación a uno de los supuestos estafadores online más activos en la ciudad de Vigo, un vecino en paro de unos 40 años se hacía con los documentos de identidad de más de 350 personas fallecidas o de avanzada edad para abrir cuentas bancarias a través de internet y ordenar que remitiesen allí el depósito de las originales saqueándolas casi por completo, el juzgado continúa tomando declaración a todos los afectados. En este caso no solo se trabaja desde la Ciudad de la Justicia, ya que el grupo de estafas de la Policía Judicial de Vigo también opera en la búsqueda de más víctimas. Desde el juzgado se ha requerido celeridad en este proceso ya que el investigado lleva desde entonces en prisión preventiva. Es tal el trabajo de documentación, que el órgano instructor solicitó a la Xunta y le fue concedida una prolongación de jornada para la funcionaria que se encarga de la tramitación del caso.

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