“Me encanta lo que hago, me encanta ayudar”. Se nota cuando a alguien le apasiona su trabajo. Mercedes Vázquez es una de esas personas. Esta veterana funcionaria lleva una década destinada en la oficina de atención a la ciudadanía y asistencia a la víctima de los juzgados de Vigo. “Defensora a ultranza del servicio público”, como ella misma remarca, es la cara con la que se encuentran las víctimas de violencia de género o sexual cuando entran, angustiadas y desorientadas, en esta oficina. Mercedes las asesora, les da información y las deriva a los servicios especializados, pero sobre todo las escucha y apoya en un momento complicado el que estas mujeres se sienten perdidas y temerosas ante el proceso judicial que tienen por delante. Y junto a esta funcionaria, hay otras dos profesionales que colaboran con la oficina cuya labor también es clave: la trabajadora social Adoración Varas y la psicóloga Loreto Diéguez. Ellas son el lado más “humano” de la demasiadas veces fría e impersonal administración de Justicia.
Pues el valioso trabajo que hacen estas trabajadoras y el resto del personal de este servicio judicial que en 2022 atendió más de 46.000 consultas y asistió a 257 víctimas acaba de verse recompensado. Porque el Colegio de la Abogacía de Vigo ha propuesto a esta oficina para los premios “Meninas 2023” que otorgará la Delegación del Gobierno en Galicia con ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra el 25 de noviembre. Así lo acordó en una reciente junta de gobierno en atención a su “implicación y compromiso” para erradicar la violencia machista.
Una candidatura que parte de las usuarias
Lo más importante es que han sido las propias usuarias de la oficina judicial las que han puesto en valor la atención que reciben y las que han motivado esta candidatura ya que, según el acuerdo de la entidad colegial, “siempre muestran su agradecimiento por el trato, el apoyo y la información recibidas”. “La entrega de todas las funcionarias y personas que trabajan en dicha oficina atendiendo a las mujeres víctimas de violencia de género es de vital importancia, no solo por la información que reciben, sino por el apoyo y acompañamiento que les brindan en momentos que a ellas les causan especial inquietud, como suele ser antes de los juicios, por lo que su buen trato y dedicación merecen el máximo reconocimiento”, concluye el escrito de los abogados.
“Es un orgullo y una satisfacción, pero el premio ya nos lo han dado las víctimas: nos proponen porque ellas, las usuarias, son las que dicen que se sienten informadas, se sienten apoyadas... Casi siempre que hablo con ellas me transmiten que la Justicia es lenta, ardua, que las vuelve a victimizar, que muchas veces no se sienten adecuadamente tratadas... y aquí intentamos desde el primer momento que eso no sea así”, afirma Mercedes. Adoración y Loreto asienten: “Quizás se pueda decir que aportamos el toque humano y personal que la administración de Justicia no les da; nosotras estamos para ayudar y apoyar a las víctimas, y si ellas están satisfechas es que hemos logrado nuestro objetivo”.
Cada vez mayor demanda
Lo cierto es que la oficina judicial donde trabajan tiene cada vez más trabajo y demanda. El servicio tiene una doble función. Por un lado está la atención a los ciudadanos en general, que acuden allí en busca de asesoramiento sobre procedimientos judiciales en trámite, expedientes de embargos o desahucios, acerca de cómo moverse en pleitos en los que no es necesario llevar abogado ni procurador... El listado de consultas que se reciben es infinito. Y después está la asistencia a las víctimas, la labor que ha motivado la propuesta para los “Meninas 2023”: escuchan su problemática y necesidades, les informan de los derechos que les asisten, las acompañan al juzgado, las asesoran en caso de no tener abogado designado y las guían también cuando llegan sin aún haber presentado denuncia, gestionando, si es necesario, medidas urgentes de alojamiento u otros recursos. De las 257 víctimas que en 2022 fueron a la oficina, casi el 75% sufrían violencia de género y hubo casos además de violencia doméstica, sexual, obstétrica o acoso.
“La información es poder”, resume Mercedes. “Y que estas mujeres estén informadas es el primer paso para que puedan salir de la difícil y compleja situación en la que se encuentran; por eso es tan importante que vengan desde el primer momento a esta oficina, las animo a hacerlo”, concluye.
Una oficina sin luz natural en el sótano de la Ciudad de la Justicia
El servicio que asesora a los ciudadanos y a las víctimas nació cuando los juzgados aún estaban en la calle Lalín. Allí, dada la falta de espacio, estaban en una pequeña oficina en el viejo edificio insuficiente dado el volumen de personas que atendían y que adolecía además de falta de intimidad. Las esperanzas estaban puestas en las nuevas instalaciones de las que dispondrían en la Ciudad de la Justicia, pero la ubicación asignada no ha sido del agrado. Están en el sótano del edificio anexo, junto al juzgado de guardia. Además de una oficina general, disponen de tres despachos con una especie de enrejado en sus ventanas. “No hay luz natural, es un lugar cenizo; aquí entran víctimas que tienen la moral baja y necesitan un ambiente luminoso que les ayude y les dé esperanza”, resume Mercedes Vázquez.
SPJ-USO ya remitió un escrito al juez decano vigués, Germán Serrano, y a la Dirección Xeral de Xustiza de la Xunta urgiendo un cambio de ubicación. “La oficina está en el sótano, arrinconando al ciudadano y a la víctima a un nivel que no se merecen; un local difícil de localizar y al que llegan todos y cada uno de los ciudadanos perdidos”, indican en un documento que ya data de marzo sin que por el momento se haya dado respuesta a esta demanda. A juicio del sindicato, el servicio debería estar en el vestíbulo, un lugar “visible y de fácil acceso”. “El recibimiento a las víctimas en esta Ciudad de la Justicia debería producirse en la planta de entrada del edificio, por ergonomía y funcionalidad”, concretan. Ahí tendrían “luz natural” frente a su actual ubicación, “en un sótano con aspecto gris que sin duda no ayuda al estado anímico con el que vienen habitualmente los ciudadanos”. Lo idóneo, añaden, es que el servicio esté más próximo al Juzgado de Violencia sobre la Mujer y al despacho de la psicóloga, quien sí cuenta con una oficina amplia y luminosa en la zona del hall que está al lado de la “macrosala” de vistas.
En relación con esta problemática en mayo también se abordó en la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) una petición del juez decano para que otro despacho que existe en el vestíbulo y que ahora ocupa el responsable de mantenimiento sea para la trabajadora social. Dicha cuestión, según las fuentes consultadas, se abordará en una de las comisiones mixtas que el Alto Tribunal gallego celebra con la Xunta.