Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Policía Nacional empieza a patrullar por las calles viguesas con pistolas Taser

Tras los cursos de formación, esta semana comenzaron a repartirse los 12 inmovilizadores eléctricos para usar con individuos violentos o en situaciones en las que haya peligro vital

Un instructor de tiro de la Policía Nacional, con una pistola Taser (y el aparato de vídeo en el pecho) como las destinadas para Vigo. P. Nacional

Junto a suficientes unidades de chalecos antibalas, una de las demandas que han venido reiterando en los últimos tiempos los sindicatos policiales son las pistolas Taser, un tipo de arma que, a modo de inmovilizador eléctrico, permite reducir y paralizar momentáneamente a personas especialmente violentas sin que se ponga en riesgo la integridad física de los agentes que participan en la actuación. Y en la comisaría de Vigo, tras impartirse los cursos de formación, estos dispositivos de defensa pensados como una alternativa no letal a las armas de fuego ya son una realidad. Esta misma semana, el martes, empezaron a repartirse las 12 pistolas Taser destinadas a la ciudad olívica, que por el momento serán utilizadas por los agentes que patrullan en las calles, pertenecientes al Grupo de Atención al Ciudadano (GAC). Cada dispositivo va asociado a una cámara que grabará en vídeo y audio todo lo que ocurra cuando sea necesario hacer uso del mismo.

Las pistolas Taser –el modelo Taser 7– ya empezaron a implantarse en otras comisarías españolas y ahora, según confirma el sindicato JUPOL, le toca el turno a Vigo. Estos dispositivos transmiten impulsos eléctricos que afectan a las capacidades motoras del ser humano, de elevado voltaje pero de bajo amperaje: obstaculizan las señales entre el cerebro y los músculos e inmovilizan al potencial agresor. Su utilización, según las fuentes consultadas, estaría indicada para situaciones muy excepcionales, como cuando haya que reducir a un individuo que tenga una actitud muy violenta, cuando la resistencia que muestre ponga en riesgo la integridad de quienes estén a su alrededor, con personas que pongan en riesgo su propia vida o si portan objetos o armas con las que amenacen a los agentes o a terceras personas. “Es para situaciones urgentes; el hecho de que llevemos la Taser y simplemente la mostremos, sin disparar, pidiendo a la persona en cuestión que deponga su actitud, ya tendrá muchas veces un efecto disuasorio”, afirman las fuentes consultadas. Como norma general, no se podrán usar con mujeres embarazadas, personas mayores o débiles de salud, niños, en manifestaciones en las que haya multitudes o cerca de sustancias y gases inflamables.

Los policías vigueses que empezarán ahora a portar estas armas en cualquiera de los tres turnos en los que se divide el servicio diario de los radiopatrullas obligatoriamente tienen que haber pasado el curso de operadores de inmovilizadores eléctricos, que se impartió tanto “online” como de forma presencial para instruirlos en el manejo adecuado de los dispositivos.

Dos dardos que impactan en el sujeto y una cámara asociada que lo graba todo

La pistola Taser dispara dos electrodos, una especie de “dardos” o “arpones” que se clavan en el sujeto al que se dirigen y lo inmovilizan mediante la transmisión de pulsos eléctricos. Es una incapacitación inmediata y transitoria. La descarga dura cinco segundos. Las pistolas distribuidas en la comisaría de Vigo –el modelo Taser 7 lanzado en 2020 con características mejoradas en relación con modelos anteriores– van acompañadas de una cámara. Es un dispositivo que los agentes llevan en la zona del pecho, que graba cualquier intervención desde el momento en que se retira el seguro al arma, incluso sin disparar. “Todo es grabado, en vídeo y audio, lo cual es importante para que quede registrado cómo ha sido la actuación policial”, afirma Igor Otero, secretario de comunicación de JUPOL en Pontevedra. La cámara está asociada a la pistola por bluetooth. “Vigo es una ciudad compleja para trabajar policialmente y esta dotación era muy necesaria”, concluye.

Compartir el artículo

stats