Más que indignadas y decepcionadas. Así se sienten dos vecinas del edificio que se levanta en el número 23 de la céntrica calle López de Neira, a pocos metros de Príncipe, que lamentan la inacción de la constructora Oreco Balgón y la promotora Barcial Inversiones, principales responsables del proyecto de rehabilitación del Círculo Católico de Obreros, en la esquina con Doutor Cadaval, donde se alumbrarán viviendas, garajes y locales comerciales. Denuncian que la obra les ha provocado en sus hogares numerosos desperfectos: grietas en las paredes que permiten ver la calle, tablillas de madera del suelo separadas y levantadas o marcos desplazados que impiden cerrar bien las puertas.
Hace tres meses, tras publicar FARO su denuncia por los daños de la actuación, la constructora se puso en contacto con ellas para abordar una solución a estos problemas. “En julio, vinieron a ver los desperfectos y nos dijeron que los arreglarían y preparé toda la casa, quitando alfombras y demás. Regresaron después para poner unos testigos y nos aseguraron que comprobarían si se movían tres o cuatro semanas más tarde, pero no lo hicieron. Han dado su palabra y no la han cumplido. Es una vergüenza”, señala una de las vecinas, Aida María Márquez, que lleva casi toda su vida en este hogar, donde ya residía con su madre.
Vive con el temor de que le pase algo en su propia casa, como reconoce en el salón mientras recorre con su dedo una de las grandes grietas que decoran esta parte del piso, en la segunda planta de un edificio levantado en 1912, por donde entrará “mucho frío” cuando bajen las temperaturas. “Está la incertidumbre de si me viene encima el techo mientras estoy sentada en el sofá. Y no quiero pasar otro invierno congelada intentando tapar los huecos desde los que veo la calle con plásticos y mantas”, asevera. Estas dos vecinas soportan esta situación desde hace más de un año, meses después de comenzar las obras –lo hicieron a mediados de febrero de 2022–.
Asegura que la constructora no contestó llamadas ni wasaps durante varias semanas hasta antes de ayer. “Me envía un mensaje el jefe de obra para decirme que la aseguradora no se hará cargo y que explorarán opciones con la promotora para solucionar los problemas. Su palabra ya no vale nada. Tienen todos los medios, tanto materiales como personales, para arreglar esto, pero no les da la gana de hacerlo. No pedimos indemnización, que deberíamos hacerlo por los daños ocasionados, solo que nos lo arreglen”, explica antes de lamentar que los responsables de la actuación no hayan elaborado el protocolo de grietas en su edificio, que no colinda con las parcelas de la actuación.
"Vivo con el temor de que se me caiga el techo encima mientras estoy sentada el sofá de mi salón"
La desesperación lleva a estas dos vecinas a presentar por segunda vez una reclamación en el Concello. “El 30 de junio, ya presentamos un escrito para solicitar al Ayuntamiento que actúe, ya que fue el organismo que concedió la licencia de obra, pero no ha hecho nada. Ahora, volvemos a hacer lo mismo porque los problemas van a más y las grietas se hacen más grandes; no solo está en juego el estado del edificio, lo más importante son nuestras vidas”, explica Márquez.
Añade que algo que ha molestado ciertamente a estas vecinas es que las hayan “mareado” durante tanto tiempo, puesto que “tanto la promotora como la constructora sabían perfectamente desde hace un año que las aseguradoras no se iban a hacer cargo de estos desperfectos”. “Echan balones fuera diciendo que los daños los provocaron los camiones al pasar por la calle López de Neira –ya no lo hacen a petición de ellas–, pero es la constructora la que contrata este servicio. Solo demandamos que nos arreglen nuestras viviendas”, finaliza.